miércoles, 31 de octubre de 2007

Sons & Daughters, The Gift - Pedazo de regalazo

A falta de portada del disco, buenas son fotos de promo


R: Que sí, que ya lo tenemos. No nos preguntéis cómo lo hemos conseguido cuando aún faltan más de dos meses para que aparezca oficialmente en la calle... La cuestión es que no sólo lo tenemos en nuestras manos, sino que además ha resultado ser uno de esos discos que ambos estamos escuchando de forma adictiva, casi enfermiza. El mismo día que lo escuché por primera vez, lo llevaba puesto en el iPod al salir del trabajo, y Estela me decía que dejara de escucharlo tanto, que lo iba a quemar. Su advertencia era justificada: era la cuarta vez que lo escuchaba ese mismo día. Pero, a la vez, su advertencia tenía muy poco de videncia: una semana y algo después, This Gift de Sons & Daughters da muestras de cualquier cosa menos de desgasta. Más bien al revés: sus guitarras escarpadas, sus coros de sensibilidad hill-billy, su rock'n'roll sensual y lúbrico, sus ritmos de tempos encabalgados... todo va amplificándose con cada escucha. ¿Que estoy sonando como un fan cualquiera? No, señores. Nada de eso. Peor que un fan. Si no, que alguien me explique cómo puede ser que haya usado por primera vez el "repeat" del iTunes con Darling (la mejor canción del pack). Y hasta que mis compañeros de oficina no me digan que soy un pesado, no pienso quitarla.

E: En nuestra defensa diré que NO nos lo hemos descargado de ningún servidor (somos fans, fans) y que de hecho lo compraríamos esta tarde mismo si estuviera ya a la venta. Pero no es así, y el mundo tardará en poder disfrutar de uno de los discos más reseñables de 2008 (somos lo peor buscando ya discos del año que viene). Pero es que con The Gift no se puede decir menos. Es pegadizo, contagioso y sobretodo adictivo. Y es que en su momento le llamé la atención a Raül por oírlo de forma continuada, pero es que yo misma llevo desde que me cayó en las manos escuchándolo una media dos veces al día. No tiene una canción mala, o floja, o discordante. Es un disco de rock sin concesión, con cortes de tres minutos directos a la tibia y al peroné. Desde el explosivo comienzo con Gilt Complex (de cuyo vídeo ya hablamos en su momento y por ello no vamos a hablar más de lo muy burros que nos pone Adèle Bethel) pasando por la canción que da nombre al disco, o Chains, o Flags o la misma Darling en la que Adèle (esa Diosa) nos descubre registros vocales a los que no nos tenía nada acostumbrados.
The Gift
es un disco extraordinariamente sexy y visceral. Corto e intenso. Así que desde music4girls recomendamos hacerse con él en enero de 2008 cuando salga a la venta (o no, porque podéis acabar yonquis perdidos como Raül y yo y acabar siendo el terror acústico de vuestra oficina).


R: ¿Qué puedo añadir cuando Estela acaba definir This Gift con cuatro palabras tan básicas y acertadas? Sexy. Visceral. Corto. Intenso. El nuevo álbum de Sons & Daughters es todo aquello que se intuía en el genial The Repulsion Box. Pero especifiquemos. En comparación a su anterior disco, This gift es más, pero también es menos. El más ya lo hemos definido con los millares de halagos expuestos (que por mi parte, seguiría ampliando si no tuviera miedo a resultar baboso). El menos, sin embargo, tampoco es negativo: This Gift es menos crudo que The Repulsion Box. Tiene menos aromas de raices americanas que contagien los ritmos. Y aquí volvemos a lo de siempre: habrá quien lo vea como una pérdida. Yo lo veo como una evolución hacia nuevos parajes sonoros lubricados con sudor y otros fluidos políticamente incorrectos. La cuestión es que hasta su anterior trabajo, yo me imaginaba que el mejor lugar para disfrutar a Sons & Daughters en directo debía ser una sala con suelos de madera en los que se escucharan los pasos unánimes de un baile desenfrenado pero acompasado. This gift, por el contrario, podría bailarse y disfrutarse en cualquier lugar, puesto que ya lleva incorporados el repiquetear de los zapatos (y el sudor y el semen) en su médula. Lo dicho: habemus disco del 2008 dos meses antes de que llegue el 2008.

Adèle: "Sí... por favor... ¡robadme las bragas!"

E: (Esto es una post-data...Definitivamente este disco se tiene que disfrutar en directo, directo, con suelos de madera o en una rave en la playa, pero de este año no pasa que le veamos las bragas a la Adèle)

R: (Operación Backstage la próxima vez que vengan Sons & Daughters: robarle las bragas a Adèle. Y nos las turnamos media semana uno y media semana el otro)

miércoles, 24 de octubre de 2007

Roisin Murphy, Overpowered - La Roisin se nos reinventa

La Roisin dice: "Que se muera La Bior. Esto si que es llevar blondas, petarda."

E: En el último post ya salieron a colación dos cosas acerca del nuevo disco de Roisin Murphy: uno que nos mola mucho y dos que hemos hablado ya largo y tendido sobre él, tanto como para reflexionar acerca de las grandes diferencias entre Ruby blue y Overpowered.

Y es que en music4girls somos fans de Roisin practicamente desde que le dijo a Mark Brydon aquello de "Do you like my tight sweater?". Por unos motivos (Moloko) o por otros (carrera en solitario) La Roisin siempre ha estado en un lugar muy elevado en nuestro ránking musical. Porque Raül y yo tenemos tendencia a fliparnos mucho con cualquier grupo o cosa (notése que el término "cosa" está utilizado intencionadamente) pero cuando se trata de La Roisin, usamos palabras mayores y nos volvemos serios de repente (si eso es posible), porque la Roisin juega en Otra Liga.
Overpowered
no es una excepción. Después del conceptualismo minimalista que a todos sorprendió de Ruby blue la Murphy se desmarca con un disco de producción intensa donde caben todos los sonidos de la música discotequera desde los setenta hasta nuestros días...

R:
Porque ya lo dijimos en relación a La Kylie: ¿cuando ya has hecho algo, por qué repetirlo? Tal y como dice Estela, la Roisin juega en Otra Liga, en La Liga de las Divas que se Re-Inventan Sin Problema (LDQSRIS a partir de ahora, aunque dudo que vuelva a utilizar estas palabras). Es una liga jodida, la verdad, porque de tanto reinventarte puedes acabar cayendo en el más estrepitoso de los ridículos (léase aquí la calvicie prematura de La Brinni y cosas similares). Y a tenor de todo lo que se vio antes del lanzamiento de Overpowered, cualquiera podría haber pensado que La Roisin estaba a punto de darse un buen morrazo contra un suelo particularmente hortera: tanto en los videoclips (de Overpowered y de Let me know) como el artwork de la portada hacían pensar que la antigua cantante de Moloko había contratado al mismo estilista que Anita Obregón. Nada parecía encajar en sus estilismo. Pero, señoras y señores, todo encajaba. La Roisin sabía que tenía en cartera un álbum como la copa de un pino: un discazo que debía funcionar como bofetada sonora en la cara de los pajilleros que dicen que les gusta Ruby Blue cuando lo que les gusta es Herbert. Porque su primer álbum en solitario conquistó a las élites indies, pero Overpowered puede hacer de La Roisin un fenómeno grande. Un pelotazo en toda regla. Canciones no le faltan: los singles se ven arropados por hitazos del tamaño de Footprints, Cry baby y, sobre todo, You know me better. ¿Que no da pie a puzzles sonoros para lectores de la Rockdelux? Claro que no, ¡pero quién quiere puzzles sonoros cuando tiene todo un pastel bañadito en lo mejor de la música disco clásica (nada de funk post-Daft Punk: disco a lo 54) y relleno de los ritmos más bailables de los 90! Lo más impresionante es que, a diferencia de su primer disco, Overpowered está multiproducido por diversos artistas. Y, pese a todo, hace gala de un sonido rotundamente homogéneo: será porque la diva sabe el sonido que quiere. Es mucho más de lo que puede afirmarse de otras divas. Lo dicho: todo encaja. La estética suicida gustará o no, pero está completamente a salvo porque, en esta arriesgada caida libre, La Roisin tiene un colchón sobre el que aterrizar. El colchón se llama Overpowered (el disco, no la canción, no sean ustedes puntillosos).

E: No debemos olvidar que Roisin es La Diva indie. Pocos grupos cuentan en su haber con jits arrolladores por disco como ella, y es que aunque no sea tan popular como otras LDQSRIS, ella canta tres de las canciones más importantes de la música disco de los noventa: Sing it back, The time is now y Never enough . Con Oveporwered la Murphy parece homenajearse un poco a sí misma en su época Moloko (con lo que traspasa los límites de las LDQSRIS para convertirse en una diva que se homenajea a sí misma- LDQSHASM) y entrega una serie de canciones que suenan a noventas puro, justo cuando se nos viene encima el revival de turno.
Overpowered
es asequible, elegante y sobretodo muy glam, así que las pajas se harán con él pero de otra manera un poco más física y menos figurada. You know me better, Let me know y Cry baby (que tranquilamente podría venir firmada por Armand Van Helden) son tres jits instantáneos, y vienen acompañados de temas de producción impecable que alejan al disco del riesgo de ser un album básicamente chunda chunda: Checkin´on me, Footprints o Tell everybody. La Roisin en Overpowered es menos minimalista y más divertida, una postura en la que parece moverse de forma más cómoda porque si nos ha gustado siempre es básicamente por su manera tan hedonista de entender la música y la estética.
En cuanto a la imagen la Roisin parece reírse un poco de aquellos que la encumbran(mos) como ídolo estético. En un entorno urbano ella se viste con modelos imposibles (alguno de Victor&Rolf, ojo) donde su música, su imagen y sus coreografías rompen con la cotidianeidad de la vida corriente.
Dejadme que piense esto, porque si no, no le veo sentido a la paella y las hombreras del videoclip de Let me know...

Niña: "Mamá, mamá... si la mujer esta puede ir así,
¿por qué no puedo ir yo disfrazada todo el año?
Madre: "Por Dios, hija... tú de mayor qué quieres ser, ¿una puta friki?"

R: (Para empezar, creo que voy a acuñar el término "jit". ¿Puedo convertirlo a "jitazo"? ¿Me dejas? Jes jes... Y, para acabar, yo cada vez me hago más fan del estilismo de La Roisin. Me flipa. Hay que tener huevos. Eso sí: ahora... ¡a contar los días hasta su concierto de diciembre! Arghf!!)

E:
(Aceptamos "jitazo" como superlativo de "jit". Yo no puedo evitar verle cierto mérito al estilismo (pese a que no lo entienda) , porque las hombreras han empezado a aparecer en pasarelas de forma bastante arrolladora, pero no las hombreras ochenteras, sino más cuadradas y más grandes. Lo mismo pasa con el rollo futurista setentero...eso sí, no puedo evitar pensar en la peste a fritanga con la que saldría del bar del videoclip, ¡¡qué poco Roisin!!)

miércoles, 17 de octubre de 2007

Kylie's back - 2 hearts, 2 opinions

E: Yo a Kylie la quiero mucho. No voy a ser condescendiente con ella sólo porque haya estado malita. Y respecto de su nuevo single, Two hearts sólo puedo decir que es poco menos que decepcionante. Una espera de la australiana los sonidos electrónicos y de soft dance que la han encumbrado en la diva pop que es hoy en día. Y no es que esperara otro Fever en su grandeza ni un Body language en su mediocridad, pero este giro argumental en su música me tiene desconcertada. Y el videoclip del single no hace más que agravar mi sensación de estafa. Porque si viene Kylie hace dos años y me sale con este rollo me corro de gusto y hace que me tatúe su nombre en el brazo. Pero que a estas alturas de película me venga con micros de calaveras y cristales de Svaroski, actitud punk o roquera o yoquesé y parapetada entre tres fulanos con flequillo emo que harían las delicias más humedas de Freddy Mercury me parece de lo más demodé y pasado de vueltas que he visto en lo que va de año. Ella, que en su 1,57 de olfato musical supo resucitar el sonido disco ya con Light years abriendo la puerta a un sonido que nos ha acompañado durante años, ahora se sube al carro de la estética rock que las Breska girls y Strafalarius womans llevan vistiendo hace meses. Y no es que le queden mal los pantalones de cuero (dios, con esos tirabuzones... ) y que su flamante vestido no sea arrancable a mordiscos, pero es que ya ni enseña el culo.
Me parece fatal, Kylie.



R: Hace dos minutos teníamos tu y yo una conversación la mar de interesante que decía algo así: "La Róisín ya ha hecho un Ruby Blue, ¿por qué tendría que ser Overpowered un nuevo Ruby Blue?" (y que conste que de La Róisín ya hablaremos más adelante, que con su último disco sí que tenemos fanatismo compartido y ligeramente emo). Así que, ¿por qué debería hacer Kylie un nuevo Fever? A mi tampoco me convencía Body Language al principio y, sin embargo, tengo que reconocer que hoy por hoy escucho Slow y me parece una de las canciones con más estilo y sensualidad de los últimos tiempos. Y ahora llegamos a 2 hearts, que es lo que nos ocupa. Y yo me pregunto: mucho Svaroski y mucha Breska, ¿pero dónde te has dejado la palabra clave en este retorno de Kylie? ¿Que cuál es esa palabra? Glam. Glam por un tubo. Que sí: que cholas + calaveras + svarovsky + rockdebaratillo + h&m tiene más peligro que el Enola Gay sobrevolando una población asiática. Pero es que yo diría que 2 hearts no va de eso. Los maromos pintorrejeados del fondo (que tú dices que van rollo Freddy Mercury... yo digo van rollo Marilyn Manson), la distorsión sonora de sinte y, sobre todo, ese "uuuhhhh" en cada estribillo que se te mete en la cabeza y no te abandona ni cuando estás cortando las verduras en juliana... puro glam, sí señora. Te admito que, cuando me hables de revivial bochornoso del rock, menciones a La Brinni con su I love rock'n'roll (por mucho que me duela). Pero esto es otra cosa. Tan diferente como La Brinni y La Kylie. Lo dicho: uno de los hits del año a la espera del disco al completo.

domingo, 14 de octubre de 2007

Tarantino a prueba de muerte

E: En Disney se llevaron una sorpresa hace unos años. El planeta del tesoro y Lilo y Stitch se estrenaron el mismo año. La primera era un película de, digamos, serie A para la productora y la segunda fue hecha como una película menor, un poco como de relleno. La cuestión es que a todos nos suena Lilo y Stitch -porque es toda ella adorable y lo único bueno que ha hecho Disney últimamente sin Pixar- y sin embargo, ¿alguien se acuerda de El planeta del tesoro?. Con esta introducción tan larga y quizá innecesaria vengo a decir que hay que tener mucho cuidado con las pretendidas "obra menores", porque uno se puede llevar sorpresas. Hablo como fan de Tarantino desde sus inicios-Raül seguramente hablará como no-fan de Tarantino desde siempre, ahí está la gracia del post-y debo decir que yo consideraba Death Proof una obra menor, que de hecho es un poco como la vendían. Hasta que la ví. Y se me cayeron las bragas al suelo, oigan. Death Proof no es sólo una verdadera apología de la imagen, sino el entretenimiento más eficaz que he visto en las salas en lo que llevamos de año.

R: Puntualicemos. Yo no voy a hablar como un no-fan de Tarantino: me flipa Kill Bill (dentro de unos límites que acotaré al respecto de Death Proof) y siempre he defendido Jackie Brown como una película con un estilo tremendo y, lo que es más importante, sin fuegos de artificio. Más bien voy a hablar como un no-fan (o detractor, para los políticamente incorrectos) de Pulp Fiction, un film que, por mucho que duela admitirlo, es el equivalente cool de Memento o incluso, ¡horror!, Irreversible (es decir: ponla del derecho y te queda bien poco). Pero aquí no vamos a hablar de Pulp Fiction. Ni de Lilo y Stitch (aunque hablar de ésta molaría más que hablar de Pulp Fiction). La cuestión es que yo salí del cine, como todo hijo de vecino, sonriendo y totalmente emocionado con la paliza final que le meten la kiwi y sus coleguillas a Kurt Russel. Pero incluso cuando estaba meando en el WC (algo obligado después de una sesión de cine), ya comentaba que pese al entretenimiento y diversión que me había proporcionado Mr. Tarantino, y pese a que podía decir que "me había gustado mucho", había algo que seguía sin convencerme. Y es lo mismo que no me convence del resto de cine de este director: todo es forma. Tal y como dice Estela, la película es una apología de la imagen y el entretenimiento en su máxima expresión (además de la forma, Tarantino se curra el formato, el celuloide, de forma extrema): pero ahí está su verdadero talón de Aquiles. Al menos para mí. Yo necesito algo más para que una película pase a englosar las filas de mis inolvidables. Necesito personajes inolvidables por su fondo, no por ser clichés fascinantes (si me fascinaran los clichés freaks sería fan de Wes Anderson... y ése es otro director al que le pongo cruces encima). Necesito diálogos tremendos porque digan algo, no diálogos intercambiables sustentados sobre lugares comunes: lugares terriblemente divertidos, sí señor, pero comunes al fin y al cabo. Pero que nadie me malentienda. Aquí me ha tocado jugar el papel de poli cabrón y es lo que estoy haciendo: Death Proof me parece el mejor entretenimiento en lo que va de año (y en mucho tiempo). Pero nada más. Y que conste que me parece perfecto porque, a diferencia de otros, esta sublimación de la superficie es lo que Tarantino pretende entregar al espectador. Ni más ni menos. El problema son sus fans y la prensa que nos venden el pastel como una peli de "autor", porque de "autor" sólo tiene la superficie. Ainsh. Si Bergman levantara la cabeza... (y que conste que hago este último comentario para dejárselo a Estela a huevo y que se me lance a la yugular).

E: Con su exposición Raül abre dos discusiones que son casi tan viejas como el mundo: los límites del concepto de "autor" en el siglo XXI (y no me saques la Nouvelle Vague que esto está más pasao que la capa de Ramón García) y hasta qué punto el cine puede ser sólo entretenimiento para ser bien considerado. Como este no es el lugar (lo será su casa con dos botellas de vino y la Roisin de fondo) intentaré centrarme en la película que nos ocupa.
En Death proof Tarantino expone todos los tics que ha ido desarrollando a lo largo de los años como cineasta. Aunque alguien vea Death proof y no sepa quién es su director, a no ser que haya estado metido en un satélite espacial durante veinte años o sólo vea películas de Vin Diesel, enseguida adivinirá quién la dirige. La forma de dirigir a los actores, sus diálogos insustanciales pero personales, espontáneos y reales (no creo que ningún hombre, ni siquiera mujer, pueda escribir una escena dialogada con personajes femeninos de base con conversaciones tan verídicas como la que tiene lugar en el restaurante); la acción, la estética y etcétera. Por ello, yo creo que sí hace cine de autor. Porque no todo el cine de autor debe basarse en personajes de treinta años que buscan su lugar en el mundo en blanco y negro. La autoría no es tanto unos clichés abarcados por unos pocos sino una forma determinada y determinante de hacer algo que te diferencia del resto. Spielberg también es un autor (ahora el que se lanza a mi yugular es él). Por otro lado está el hecho de que Death proof es una montaña rusa visual. Problemas con el ritmo aparte, el espectador vive (yo viví) la sensación de tranquilidad (casi sopor en algún momento) para ser llevado a clímax de acción que te dejan con el pulso a 100. Dos veces. Arriba y abajo.
Insustancial. Vacío. Superficial. Son adjetivos que bien pueden aplicarse a la última película de Tarantino pero que no creo que deban considerase un lastre a la hora de acercarse al cine. Pedante sí. Egomaníaco, también. Pero no se le puede negar que ha entregado un producto de embalaje perfecto, con un contenido calculado y comedido que lleva al espectador por donde Tarantino quiere, paseándote de la mano por dos horas de película enseñándote lo que él quiere que veas y emocionándote cuando él quiere que te emociones.

"Que aprenda La Brinni a bajar de un coche con falda sin enseñar todo el potorro"

R: (Si ya decía yo que me jodía hacer de poli malo: estoy de acuerdo en todo lo que dices... y reitero el hecho de que a mi me encantó la peli. Creo que a lo que le tengo más manía es, directamente, a los fans que se toman el cine de Tarantino como si fuera una paja de dos horas y tres cuartos. Es que yo diría que ni el director se lo toma así... pero bueno... ¿cuándo vamos a hacer un post rollo "guerra4girls: Spielberg sí, Spielberg no"?)

E:
(Es lo que tiene que te mole hacer de abogado del diablo en todas las discusiones para desquiciar al contrincante, que te acabas sintiendo a gusto en el papel hasta cuando no quieres hacerlo. En cuatno al post de Spielberg lo hacemos cuando quieras, pero me temo que acabaremos haciendo un post largo como este que sólo leeremos nosotros y los amigos a los cuales obligamos a leernos)

lunes, 8 de octubre de 2007

discos4girls - De indias y gitanos

BAT FOR LASHES - Fur and gold


E: Los prejuicios son muy malos. Y por desgracia yo de eso tengo un saco lleno. Por eso, cuando Raül me obligó a escuchar What´s a girl to do en su casa, mientras a él le brillaban los ojos como a un niño pequeño que descubre el juguete más bonito que ha visto en su vida yo mascullaba un despectivo "puaj, si suena igual que Björk", y me quedé tan pancha. Unas semanas más tarde estoy desesperadamente enganchada a este disco y lo escucho a todas horas (miren, miren mi lastfm sino) y aunque la mencionada canción no es mi favorita (sí lo es Bat´s mouth) está la primera en mi lista de mis canciones escuchadas. Fur and gold es el disco más inclasificable y original que he esuchado en mucho tiempo, y aunque el timbre de voz de Natasha Khan pueda recordar al de la islandesa antes de vestirse de tomate, la cadencia y falta de impostura de Natasha la alejan de las comparaciones iniciales. Pop barroco. Pop evocativo. Pop melódico. Imposible etiquetar canciones como Horse and I o Prescilla. E imposible también no rendirse a este conjunto de joyas de cuatro minutos a prueba de prejuicios y comparaciones.

R: (Y yo que el parecido con Björk sólo se lo veo en una canción... sea como sea, tenemos disco del año (será difícil elegir uno al final) y nueva musa. Porque los vestidos de ella y de su banda no tiene precio. Y las poses de tribu india de lesbianillas encantadoras, tampoco. ¿Cómo no hacerse fan?)



BEIRUT - The Flying Club Cup


R: Si es que ya sabíamos todos que la piratería era una buena cosa con muchas ventajas. Sumémosle una más: darte tiempo para conocer un álbum antes de que salga a la venta (y así meterlo en la lista de lo mejor del año con tiempo). Cuando salió al mercado The Gulag Orkestar, tardé varios meses en pillarle el gusto (para empezar, porque le tenía manía a Beirut por ser un fenómeno Myspace). Con The Flying Club Cup me ha pasado tres cuartos de lo mismo. Y, llegados a este punto, sólo puedo considerar este proceso de apasionamiento lento pero seguro como algo sumamente positivo: es como un grupo de amigos a los que acabas de conocer. Son ruidosos y fiesteros... aunque fiesteros de una forma dulcemente anacrónica y, ehem, algo balcánica (o gitana, que afirmaría Estela: siempre me está diciendo que le recuerda a cuando los gitanos se suben al tren y se ponen a tocar de vagón en vagón). ¿Que el sonido balcánico no está de moda? Ya. Gracias a Dios. Pero será porque estoy hasta las pelotas de las fiestas moderniquis nu-raveras precisamente por lo que una fiesta como la de Beirut me resulta refrescante y apetecible. Aquí hay mucha trompeta, mucho cimbal y mucho instrumento folklórico (que no folkie), pero lo cierto es que Zach Condon ha suavizado el integrismo con el que abordaba el sonido centro-europeo y vintage para llevarlo a un terreno menos peliagudo pero igualmente valiente. Y además, nos regala piezas tremendamente bellas como Nantes, Cherbourg, St. Apolonia, La Banlieu (delicioso instrumental) o, por encima de todas, Cliquot, con una de esas letras que te gustaría gritarle al mar en una tarde de tormenta: "What melody will lead my lover from his bed? / What melody will bring him in my arms again?". Lo dicho: que la pregunta de ese estribillo es innecesario. Beirut conocen la melodía. Y ya me tienen en sus brazos. De nuevo.

E: (Pues entre las indias y los gitanos estamos a un peligroso paso de adaptar el look vagabundo chic. Que el rollo musical está muy bien pero yo ya me he descubierto mirando tiendas de segunda mano y de aquí a que vengas con un poncho roñoso al trabajo,dos días.)

viernes, 5 de octubre de 2007

Sons & Daughters, Guilt Complex - Adele nos pone burracos

R: En el 2005 se convirtieron en nuestro grupo revelación. Si fuéramos la Rockdelux describiríamos a Sons & Daughters como cigarillos y sudor sobre la pista de baile. Si fuéramos la Ruta 66, directamente los describiríamos como semen y sudor sobre la pista de baile. Porque de eso va la cosa: baile de guitarras con aromas americanas que se te meten en la entrepieran y no te abandonan. Les dedicamos un post por eso y porque se han sacado de la manga Guilt Complex, un single de adelanto que se va a convertir en una de las canciones del año. Ah, y también porque Adele Bethel nos pone burracos. ¿Por qué? Miren ustedes esos taconazos repiqueteando al principio del video... ¡queremos ser el suelo que pisa Adele!



E: Porque cuando vemos a Adele en escena sólo se nos ocurren decirle cosas a la pantalla del tipo "I wanna be your tampax", "te metería de todo menos miedo" o "me gustaría hacerte unas bragas de saliva". y es que la escena rockerilla independiente está llena de front-womans carismáticas (La Piyei, Karen-O, Beth Ditto...) pero ninguna tan buenorra como Adele. Pero no es sólo Adele lo que nos vuelve locos de Sons&Daughters (aunque podría ser suficiente). También están sus canciones potentes, cortas y directas. Una orgía de ritmo, riffs y gritos capaces de dejarte exhausto en cinco paradas de metro. De momento nos tenemos que conformar con Gilt Complex (y los tacones de Adele) pero nos queda la esperanza de saber que esto es el preludio de un nuevo disco de los Sons&Daughters. Y eso, señores, siempre es una buena noticia.