miércoles, 23 de enero de 2008

Canciones del 2007

R: Tenemos que confesar que en las últimas semanas hemos empezado a hacer algo tan absurdo como "reuniones de music4girls". ¿Que sólo somos dos? Sí, claro, pero a la hora de seleccionar los discos del año necesitábamos sentarnos y hablar un poco al respecto. Nuestra última reunión, sin embargo, fue mucho más movidita: queríamos elegir las canciones del año (pasado), y además de sacarnos los ojos al respecto de los puestos 3 y 4, también debatimos largamente sobre una cuestión básica. ¿Qué es LA MEJOR CANCIÓN DEL AÑO? Ya sabemos que Pitchfork Media cree que la canción del año siempre tiene que ser un jitazo comercialoide radioformulero. Rockdelux si Pitchfork dice "salta", contesta "¿cómo de alto?"... por eso se han declarado más papistas que el papa y han elegido a la Rihanna de marras (demos dos años a esta elección y guardemos hasta entonces los tomates para que estén bien podridos). Nuestra humildad nos obliga a explicar el criterio de selección que hemos seguido: para nosotros, la mejor canción del año ha de ser una composición que te sorprenda, te entre a la primera y no te abandone y, sobre todo, que funcione por muchas veces que la pongas en repeat. Por eso están Hidrogenesse en todo lo alto: ¿alguien se ha recuperado ya del shock inicial que supone escuchar Disfraz de tigre? Pues eso... ¡Ah! Y las canciones las podéis descargar. Para que nadie diga que no nos lo curramos.



E: Todas son canciones que en su momento nos impactaron, y que meses después aún nos siguen enganchando y sorprendiendo. Y que creemos que dentro de uno, dos o tres años, si las volvemos a esuchar nos seguiran gustando como el primer día. Porque la canción del año no debe de ser sólo el hit de la temporada (que por lo general suelen ser de por sí caducos) tiene que ser la más atemporal y la que mejor resista las escuchas. Amy, La casa azul, Klaxons, Jens Lekman, todos los seleccionados nos regalaron temas que perduraran en nuestros reproductores musicales y en nuestros oídos durante muchos días.

lunes, 21 de enero de 2008

Hercules, Love Affair, Antony, Blind... y James

El de la derecha says: "Tu ponte así con los brazos cruzados
y pon cara de mala hostia... como yo... a ver si así
las autoridaddes pasan por alto que sólo tienes 11 años"


R: Hemos cambiado nuestra canción favorita en el maispeis de music4girls. ¿Cuál es la nueva afortunada? Se llama Blind y canta Antony (el de Antony & The Johnsons). Que nadie salga corriendo: no es un baladote de lagrimón. Más bien es un jitazo pistero con reminiscencias disco, palmas de eco distorsionado y un bajo juguetón que te deja tonto. ¿Los autores? Hercule & Love Affair. Nuestro nuevo flechazo. Por la canción. Y por haber tenido los cojones de poner a James como topfriend en su maispeis.

E: Así que dentro de unas semanas, cuando oigáis este temón por todas partes, acordaos de que lo visteis primero en music4girls. Pero a parte del coolhunterismo que nos invade con estas cosas, sólo decir que Blind mola mil. Porque es bailable hasta el extremo, porque es original como pocas y porque nos encanta que Antony no se encasille en baladones de diva gay con problemas de reconocimiento social y se atreva a prestar su voz a una tema que, de otra manera, ni de coña se nos ocurriría que podría cantar.
Lo de James ya es harina de otro costal...

jueves, 17 de enero de 2008

Iron & Wine. Sin palabras.

music4girls se justifican: "Esta foto no es del concierto de Barna
porque no llevábamos cámara... pero sirve para hacerse
una idea del estilismo actual de Sam Beam. ¡Barbas rocks!"


R:
Empecemos con el tirón de orejas a Iguapop (o como quiera que se llamen ahora): Iron & Wine no es un concierto programable un lunes con la amenaza (y luego certeza) de acabar a las 12 de la noche. Pero, bueno, que estando enganchado al The Shepherd's Dog, ¿cómo no pagar ese peaje? Ahora sigamos con lo bueno: todo lo demás. A estas alturas, Sam Beam ha quemado los cartuchos del concierto intimista en sala pequeña (ya lo disfrutamos en ese format en el Sidecar hace tres años). Ahora toca ir a otra cosa, y esa "otra cosa" apunta hacia la misma dirección que su último álbum: si en The Shepherd's Dog la instrumentación se multiplica exponencialmente para arropar lo que antes era un esqueleto despojado, el directo no podía ser menos. Se apagan las luces y salen al escenario cinco músicos a los que se suman Beam y su señora hermana (violín y coros). El público se sume en un silencio pocas veces disfrutable en la sala Apolo. Y empieza el espectáculo: una montaña rusa arrebatadora con marcados puntales. ¿Para mí cuáles fueron aquellos puntales? Dejadme enumerar: 1. Cinder & Smoke llevándome al límite de las lágrimas públicas, 2. Sodom, South Georgia y su grand finale, 3. Woman King revelando unas posiblidades contenidas en la versión de estudio y, sobre todo, por encima de todo, 4. el final apoteósico-lacrimógeno protagonizado por ese dueto asesino que fueron Resurrection Fern y Flightless Bird, American Mouth. Todo aderezado con un bis lloroso y acústico en el que se desbrozó In the reins, con uno de los Calexico comandando el ubicuo lap steel y con Sam Beam demostrando que su voz es única a la hora de envolverte y dar calor. Como haría una manta, sí. Pero yo estaba pensando más en como haría tu madre cuando eres un niño.

E: Nadie mejor que Raül para expresar toda la emotividad del concierto (¿no se os ha encogido el estómago leyendo lo del "dueto asesino"?) y como cualquier cosa que pueda decir yo no va a hacer sino complementar lo dicho por él, me limitaré a apuntar un par de cosas. En primer lugar la coherencia de la puesta en escena de The Sheperd´s dog. Porque hace tres años, en la sala Sidecar vimos un concierto muy distinto en forma (que no en espíritu). Aquel día Sam Beam presentaba Our endless numbered days, un disco de folk desnudo y sencillo valiéndose de su voz, su guitarra y los coros de su hermana. Sidecar es una sala pequeña, y aquella humide escenifación dotó al concierto de un intimismo sublime y maravilloso. Muchos de los que estuvieron el lunes en Apolo esperaban algo parecido. Pero no fue así. The Sheperd´s dog es un disco mucho más mélodico y arreglado que los anteriores y su directo tenía que ir en esta línea. Y lejos de ser un punto negativo, la novedad de todo el acompañamiento lo convirtió en un espectáculo emotivo, potente pero dulcísimo en todo momento. Las canciones del nuevo disco sonaron plenas, sin fisuras y arrolladoras, y aquellas que pertenecían a discos anteriores ganaron en intensidad. Son estas cosas las que hacen que valga la pena ir a un concierto, el que te sorprendan y te ofrezcan las canciones con el mismo esqueleto pero con diferente ornamento. En segundo lugar valorar la humildad de los que estaban en el escenario. Se ve que Beam es un tipo tímido, se refugiaba en su guitarra y en sus letras y nos permetía disfrutar de su intimidad y de su música de la forma más natural que le era posible. Y en tercer lugar el público. Raül ya lo apuntaba un poco más arriba. En todo momento hubo respeto y admiración hacia los que tocaban y eso acabó de formar un ambiente que pocas veces tiene una de disfrutar en un directo. Ya tenemos uno de los conciertos del año.

sábado, 12 de enero de 2008

news4girls - Morrissey. The Best.

R: Hoy es un día Morrissey. No preguntéis por qué. Pero es un día Morrissey. Cuando salía de la ducha sonaba Now my heart is full, cortesía de M (y ahora que le hemos asignado letra y color no se libra de hacernos algún post, que casi casi conseguimos reclutarle para un texto sobre Radiohead). La cuestión es que no sólo es día Morrissey porque hayamos traído toda la discografía al trabajo y vayamos a dar el coñazo con ella, sino por varias cosas, entre ellas que cada vez está más cerquita ese recopilatorio que se titulará Greatest Hits (original, ¿eh?) y que nos traerá dos temas nuevos (All you need is me y That's how people grow up) de otra de mis divas. La única diva gay de ultra-derechas que se niega a salir del armario. Magistral.

E:
En el día después del día Morrissey (los posts no siempre son tan espontáneos como nos gustaría) queda la resaca de canciones. Y aunque yo no soy fan-fan de la diva, sí que reconzco su mérito y esa capacidad para hacer canciones épicas, exhuberantes y totalmente megalómanas, un poco como es él. Me uno un poco al desconcierto general sobre este recopilatorio (con un ochenta por ciento de canciones posteriores a 2004 y obviando todo lo anterior).

Morrissey: "¡El de ahí arriba! ¡Sí, tú! ¡Se te va a caer el pelo!
Acabo de enviar a cuatro seguratas fornidos y buenorros a por tí...
¡que he visto que te reías de mi tupé!"

R: Cómo se puede apreciar por los desfases entre nuestros comentarios, los posts los escribimos los dos a destiempo. Con tal destiempo que, a la hora de publicar esta noticia, ha salido una nueva que la complementa. Pues eso: que el Greatest Hits de la diva armariada saldrá con una edición especial que llevará un CD extra con 8 temas inéditos grabados en California. ¿Que de donde salen estas canciones? Pues no sé de dónde, pero lo que sí que sé es que son un adelanto del disco que el Mozz (mira por donde, en Barna tenemos un café que se llama casi-casi como el divo: El Mos) nos promete para otoño. Bienvenido sea.

miércoles, 9 de enero de 2008

Róisín Murphy (se cambia de vestido más veces que la Pantoja)

E: Hay dos tipos de conciertos (bueno, seguro que hay más, pero para el caso que nos ocupa sólo hay dos), los que son un concierto y ya está y los que son puro espectáculo. Y el que vimos el viernes 14 de diciembre en el Razz fue espectáculo puro y duro. Vamos, que si pilla en época de romanos ni Coliseo, ni cristianos a los leones. La Roisin contratada de por vida y los gladiadores al paro...
Venía con un disco redondo bajo el brazo (literal y figuradamente, esta broma la hacemos cien veces) y sobrevolaba el temor secreto de que las nuevas canciones contrastaran demasiado con las de su primera entrega, corriendo el riesgo de hacer un concierto demasiado heterogéneo. Nada más alejado de la realidad. La Roisin es muy lista (aunque por sus bailes a veces no lo parezca) y supo engarzar uno a uno los temas nuevos renovándolos y cerrar con dos temas de Ruby blue y uno de Moloko sin despeinarse (otra vez literal y figuradamente, porque no se salió del sitio ni un pelo de su dorada cabeza, dejándonos a todos con la gran duda de qué fabulosa laca es la que usa la Murphy).

R: Si la broma del disco redondo ya es recurrente entre nosotros, deberíamos inventar algo para los conciertos perfectos (un gallifante para el lector que dé con una opción elocuente). Porque tal y como se desprende de la opinión de mi compañera de fatigas (y cafés tardíos y surrealistas), lo de la Róisín rozó la perfección. Ya lo deberíamos haber intuído en esa intro con la que abrió el concierto, en la que las luces, los músicos y las coristas (¡vaya coristas! ¡redefinieron el concepto de languidez a golpe de duelo de bailes!) entraron uno a uno, lentamente, hasta que la diva salió al escenario con una chaqueta beig abombada que hacía presagiar que, evidentemente, la Róisín no tiene ni puta idea de lo que es la vergüenza encima de un escenario. Y habrá que darle las gracias por ello, porque los jitazos que entregaba uno a uno hubieran resultado cojos si no fuera por su sentido del espectáculo. Después se cambió unas cuarenta veces de complementos, reinventándose a cada cambio de canción y proporcionando una expectación tremenda para ver cuál era el siguiente retruécano estético. El show estaba medido hasta el último detalle, con especial mención para unos visuales simples pero hipnóticos (o será, en mi caso, depravación profesional). Sea como sea, y volviendo al símil helenístico iniciado por Estela, sólo cabe decir que tras el bis, protagonizado por Ramalama (ding dong) y Forever More, sólo se podía exclamar eso de: Veni, Vidi, Vinci. Claro que, de haber tenido un público más entregado (¡qué sosos que somos en Barna a veces, cojones!) y de haber traído una corona de laureles entre sus accesorios, cambiaríamos la latinada anterior por un sonado ¡Ave César!



music4girls: "Os dejamos de regalo el making of del nuevo video de La Róisín,
en el que la diva asume el arriesgado reto de ponerse un testículo gigante sobre la cabeza"

lunes, 7 de enero de 2008

news4girls - The Long Blondes buscan pareja(s)

R: Nos sorprendieron a todos ahora hace algo menos de dos años: The Long Blondes irrumpieron en nuestras vidas "como una ola", como un torrente de jitazos tremendos que tenían nombres propios de la talla de Giddy Stratospheres o Once and never again. A mí siempre me gustó Madame Ray, pero no lo digo muy alto, que siempre pareció una preferencia poco comprendida por el vulgo. Y ahora resulta que, en tres meses, Kate Jackson y compañía van a volver a liarla... O eso parece a tenor de lo escuchado en su myspace: si todavía no sabes que se llamará Couples, te mereces el apelativo de moderna. Y si no has escuchado Five ways to end it, directamente añadiremos el "de mierda" a lo anteriormente dicho.


Kate: "A cuadros os vais a quedar todos con el nuevo disco...
¿Qué? ¿Que es un chiste fácil? Es que paso tanto tiempo comprando zapatos
que no tengo tiempo para pensar en estas cosas... ¿alguien dice "pija" al fondo?"


E: Así es, en abril sale lo nuevo de uno de los grupos más elegantes y completos que tiene el pop británico actual (por no mencionar la front woman más estilosa-con permiso de Adèle- de nuestros días). El disco lo edita Rough Trade y estará producido por Erol Alkan... uno de los djs más interesantes del momento. Así que tenemos una ecuación que con un poco de suerte dara como resultado uno de los discos más resultones del año que empieza. Y aunque dejaron el listón muy alto con Someone to drive you home, en music4girls confiamos en que The Long Blondes nos vuelvan a regalar jitazos de la altura de Separated by motorways o Lust in the movies.
Así que ya sabéis, tirad de una puta vez los pañuelos palestinos y recuperad los pañuelos de seda para el cuello, hombreya.

viernes, 4 de enero de 2008

¡HABEMUS LISTA!

E: En Music4girls también nos gustan mucho las listas, y la idea de hacer la lista de lo mejor del año planeaba sobre nuestras cabezas hace ya un par de meses. Porque este año se antojaba divertido y completo a la hora de hacer balance de lo más esuchado y apreciado por nosotros. Y es que 2007 se despide como un año prólífico en discos y música que nos ha gustado y convencido, hasta el punto que en algún momento nos vimos desbordados y nos decíamos que iba a ser imposible abarcarlos todos en una criba final. Al final no ha sido tan difícil y están los que ya nos pensamos desde un primer momento y se han quedado fuera los que por unas cosas o por otras ya no nos convencían en un principio. Están todos los que son; los que no estan, no son music for girls.


1.BAT FOR LASHES: FUR AND GOLD
¿Por qué? Porque... es un disco que escucharemos dentro de diez de años y nos seguirá pareciendo bueno. Es original, misterioso, evocador y es lo más diferente que se ha hecho en estos meses. Cuando uno piensa que el look indio está desfasado vienen Bat for lashes y lo resucitan, de aquí a que nos paseemos por las Ramblas con plumas en la cabeza, dos días. (E)

2.LA CASA AZUL: LA REVOLUCION SEXUAL
¿Por qué? Porque... en una época de sequía pop y aburrida seriedad generalizada, viene bien que Guille Milkyway te recuerde que te molan las galletas, los chiclecosmos e incluso Nina y Blossom. Pop mayúsculo que remite, a la vez y sin prejuicios, hacia el pasado y hacia un futuro de sensaciones pop robotizadas y repletas de irresistibles juegos de referencias. (R)

3.LA KYLIE: X
¿Por qué? Porque... en un año repleto de regreso de Divas con discos magníficos bajo el brazo viene ella en el último mes y nos trae el mejor de todos. Ya lo dijimos en su día, no es otro Fever, ni falta que le hace. (E)

4.IRON&WINE: THE SHEPHERD´S DOG
¿Por qué? Porque... ahora que el folk ya no les interesa a los modernos, es hora de reivindicar la peripecia de Sam Beam en este disco de ruptura en su carrera. Aunque la exhuberante instrumentación podría hacer pensar que ha abandonado la desnudez, la emoción sigue intacta y se intuye igual de profunda. Algunos dicen "world's music". Yo digo "the best music". (R)

5.JENS LEKMAN: NIGHT FALLS OVER KORTEDALA
¿Por qué? Porque... Jens Lekman es amor, le dedica una canción a su amiga lesbiana diciéndole que podría ser su novio para que ella pueda estar con su novia y, por si fuera poco, borda un pop de altura que consigue ponerte los pies en la tierra. Y también tiene la mejor portada del año. (R)

6.LA PIYEI: WHITE CHALK
¿Por qué? Porque... la Piyei ha demostrado que en la industria de la música lo de reinventarse no es monopolio de Madonna. Pero lo suyo fue una reinvención de la misma intensidad que una operación a corazón abierto y le dio en los morros a todos aquellos que pensaban que la reina del rock corría el riesgo de estancarse. (E)

7.AMY WINEHOUSE: BACK TO BLACK
¿Por qué? Porque... Amy Winehouse se ha destapado como LA DIVA absoluta del 2007. Y no sólo por sus andanzas mediáticas. También por firmar una maravilla de R&B que responde al nombre Back to black (canción y disco) y que deja en bragas a las petardas que llenan estadios a golpe de cadera (y que, dicho sea de paso, acabarán usando taca-taca en un par de años máximo). (R)

8.JOSE GONZALEZ: IN OUR NATURE
¿Por qué? Porque... no sólo de zapatilla y superficialidad vive music4girls. Porque este sueco con nombre de cantante de flamenco nos regaló un disco de canciones sencillas, desnudas, ajenas a cualquier tipo de impostura musical. Pocos arreglos, una voz desgarradora y unas melodías que atrapan a cualquiera que lo escuche. (E)

9.THE TOUGH ALLIANCE: NEW CHANCE
¿Por qué? Porque... han conseguido que volvamos a adorar a los 80 sin vergüenza, sin prejuicios y, sobre todo, con los pies en movimiento continuo. Y porque, de paso, también consiguen meter flautas en las canciones sin provocar un deseo inmediato de lapidarlos. (R)

10. ELVIS PERKINS: ASH WEDNESDAY
¿Por qué? Porque... Ash Wednesday es un disco que, a diferencia de otro (Klaxons, etc), ha llegado a fin de año totalmente fresco, por mucho que ya lo tuviéramos en los primeros meses. Es un disco homogeneo que despega y aterriza, proporcionándote un viaje de folk-pop dulce repleto de nubes bajo las que se intuyen heridas. ¡Ah! Y porque While you were sleeping debería ser la canción obligada para levantarse de la cama los sábados. (R)

11.BEIRUT: THE FLYING CLUB CUP
¿Por qué? Porque... Zach Condon ha sabido abandonar a tiempo (aunque parcialmente) las sonoridades balcánicas en pos de una musicalidad de sensibilidad francesa arrebatadora. Chanson y poesía pasadas por la batidora mental de un geniecillo post-adolescente americano. Es una pena que Elephant Gun, una de las canciones del año, no estuviera en este álbum sino en el EP Lon Gisland. (R)

12. LA ROISIN: OVERPOWERED
¿Por qué? Porque... subjetivamente la amamos y objetivamente dió una vuelta de tuerca a su debut con este disco repleto de sonidos noventeros, pensado y hecho para ser disfrutado en la pista de baile, consiguiendo hacer un revival con todas sus virtudes y sin caer en los defectos. (E)

13.MIDNIGHT JUGGERNAUTS: DYSTOPIA
¿Por qué? Porque... Dystopia consigue lo que parecía imposible o, al menos, improbable: que Daft Punk copulen salvajemente con Pet Shop Boys y otras variantes de pop electrónico filo-gay. Midnight Juggernauts son el secreto bailable de la temporada. (R)

14.PATRICK WOLF: THE MAGIC POSITION
¿Por qué? Porque... el elfo pelirrojo se desmarcó con un disco ingenioso, efectista y excesivo. Unos adjetivos que en otras composiciones podrían resultar un horror pero que en las de Wolf devienen en melodías pegadizas y extremas, dando como resultado un disco megalómano y sobretodo muy, muy glam, que lo convierten en el heredero más directo y tangible de nuestros días de David Bowie. (E)

15. BATTLES: MIRRORED
¿Por qué? Porque... es una marcianada. Y nos encanta. Que vale ya de hacer siempre lo mismo. De andar repitiendo ritmos y melodías y de empollarse los artículos de la NME, la Rolling Stone y los destacados del lastfm. En una época en la que ya está todo inventado Battles entregaron Mirrored, un disco ajeno a modas y etiquetas. ¿O alguien sabría incluirlo en algún género? Pues eso. (E)

jueves, 3 de enero de 2008

La Casa Azul! Déja-vu! (pero de los buenos!)

Los cinco chicos: "Están llamando a la puerta! Guille!
Será el camello que trae los chicle-cosmos..."


R:
Sala Apolo. 15 de diciembre del 2007. Estuvimos allí, evidentemente. Pero bien podríamos fechar la magia que allá tuvo lugar unos diez años antes. Porque a la tercera canción del set de La Casa Azul tenías la sensación de haber descendido hasta los 20 añitos (y en music4girls contamos unos cuantos más, por mucho que la parte femenina de este dueto pastoral que somos se niegue en redondo a dejar constancia de edades). El público abarrotaba el lugar, e incluso allá donde pudimos colocarnos finalmente, casi al final de la sala, habían fans que coreaban hasta la última línea de las letras (haciendo sentir mal a aquellos que, como nosotros, tienen problemas de memoria por culpa de los excesos etílicos universitarios). En el escenario, Guille Milkyway. A solas. Y no necesitaba más. Su único acompañamiento era una guitarra que alternaba con un teclado y cinco pantallitas en los que se pudieron ver los visuales con más gusto de la escena musical patria. ¿Qué hacer entre semejante público y ante semejante espectáculo? Bailar. Bailar. Bailar. Bailar. E incluso bailar.

E: Porque en este tipo de conciertos la música es importante, sí, pero también lo es el público. Y a un entorno musical ensoñador por momentos y animado siempre había que unirle un público que estaba allí para disfrutar, igual que nosotros. Se sucedieron los temas nuevos (uno a uno del último disco, con Esta noche sólo cantan para mí como colofón de luz y color y unas pantallas que quitaban el hipo), sonaron de su primer disco (con el momento álgido en Como un fan, con una comunión plena entre Guille y los que estábamos allí-más con los que se sabían la letra, que no era mi caso) y sonaron algunas (aunque se dejó Me gustas) de su EP, El sonido efervescente, destacando sobretodo el cierre del concierto con Cerca de Shibuya en una orgía de sensaciones pop que hizo sudar a todo el mundo y que consiguió que todos los que allí estábamos saliéramos cansados, sudados, pero con una sonrisa de oreja a oreja.

R: (Mi momento de aquella noche: las pantallitas de colorines rezando "sensaciones pop" y todo lo que siguió. Por momentos, deseé salir corriendo a recuperar mis chapas y mis muñequeras deportivas)

E: (Y pensar que en su día cuando decías que te gustaba La casa azul te miraban raro como diciendo "qué, te crees que sigues teniendo ocho años escuchando a Parchís, o qué?"...la lástima fue que se adelantaran comprando los calzoncillos...fueron lo mejor del concierto!)

miércoles, 2 de enero de 2008

retro4girls: You will have your revenge

"Dios! Mirad qué cara de susto se me ha quedao cuando he visto que en todas las listas
de lo mejor del año han puesto en el top 3 a LCD Soundsystem... y hay despistados
que también han puesto a M.I.A... No me lo puedo de creer..."


E:
Como estamos en Navidad, y ya queda poquito para que acabe el año que nos ocupa, considero este un muy buen momento para ponernos ñoños. Y aunque a Raül la ñoñería le gusta más que a mí, debo decir que cuando acabe estas líneas es posible que me tengan que llevar al hospital de la subida de azúcar que me está dando. Porque hace unos días, concretamente antes del concierto de La Róisín (del que hablaremos pronto) sonó una canción que me ha traido de cabeza desde que la escuché. Cantaba una chica en francés y tenía unos subidones magníficos, era una canción dulce y divertida. Y me sonaba un montón. Y anduve loca hasta que pude coger a quién la pinchó y suplicarle que me dijera el título o de quién era, como mínimo, para poder investigar. "Ay no sé cómo se llama...pero es de Baxendale". Je serai espionne, señores. Esa era la canción. Y no miento si digo que por lo menos hacía cinco años que no la escuchaba. Igual que el disco al que pertenece, You will have your revenge. Que no sólo tiene esa canción (y otras muchas muy, muy grandes, de las que ahora os hablaremos) sino que también tiene ese gran himno generacional que fue y será Music for girls. Y es que Baxendale nos regalaron hace unos años un disco tan grande como la vida...que después de mucho tiempo he podido escuchar (no lo tengo original y cuesta un huevo de pato encontrarlo y las fuentes del emule son poquitas) y llevo toda la tarde con la lagrimilla mientras canturreo aquellode I love the sound of dance muuuusic...

R: ¡Qué cosas! Estela abre este post en el 2007... y me hace empezar con dulzura el 2008 (lo siento, he tardado unos días en leerlo). Eso sí, me obliga a decirle a través de este diario varias cosas: 1. Que yo tengo el You will have your revenge original (jes jes jes), así que mañana mismo lo traigo al trabajo, lo pasamos a mp3 y damos por saco al personal con Je serai espionne, Music for girls, Batery acid y todos los temazos del álbum; y 2. ¿Dónde coñe pincharon Je serai espionne? ¿Quién la pinchó? ¿Por qué no estaba yo allí para disfrutarla? Pero centrándonos en el disco, hay que decir que aquel álbum de Baxendale fue una maravillosa e irrepetible anomalía en el panorama pop de fin de siglo. Existían otros grupos que, por entonces, practicaban un pop chicloso, despreocupdo, alegre e incluso naïf (y me viene a la mente, así a bote pronto, Bis y su sintonía de Las Supernenas)... pero Baxendale tenían algo que los hizo generacionales: las letras. Será por algo que, a día de hoy, cuando vuelvo a escuchar Music for girls siento un escalofrío post-adolescente recorriendo mi médula y obligándome a gritar "I'll break your legs if you stop me dancing". También será por algo que me sigo emocionando con baladones para loosers como I've blown it (big time) o I love the sound of dance music (que sería la canción que compondría Nick Hornby si se decidiera a hacer una historia de la música en seis minutos). Y sigo descacharrándome de gusto, baile y risa al ponerme himnos freaks como Switzerland, Neato o Battery Acid. Todas estas canciones están atravesadas por un amor profundo hacia la música pop. Hacia la música pop de verdad, incluyendo a sus adoradas Destiny's Child o a la Spice guarrilla. Pero también están atravesadas por referencias culturales a los videojuegos o la televisión. Lo dijimos con Guille Milkyway y lo repito con Baxendale: esto es (post)modernidad y no la de esa payasa que se hace llamar La China Patino (algún día haremos un top de anti-divas encabezado por la petarda esta). Podría perder el tiempo diciendo que You will have your revenge es el sano vástago surgido de un cruce improbable entre The Human League, Pet Shop Boys y el pop de masas encabezado por Beyoncé. Pero paso. Baxendale son Baxendale. Y punto. Lo único que queremos es que vuelvan.

E: El culpable de este revival baxendalero no es otro que Javi Buenavista, que la pinchó en el ratito previo al concierto de La Róisín. Centrándonos en el tema, You will have your revenge es un disco que adquiere más sentido cuanto más se sitúa en la época en la que salió, para el disco en sí y para nosotros. No quiero decir que si saliera ahora no nos gustaría tanto, pero posiblemente sus canciones no dejarían una huella tan profunda como lo hicieron hace casi una década ya. Al tono naïf y divertido del disco hay que unir un contexto especial por aquél entonces, donde no todos los días podía uno escuchar algo que sustituir al día siguiente. Por aquél entonces cuando te gustaba un disco lo escuchabas, lo cantabas, lo interiorizabas y lo disfrutabas durante mucho tiempo. Cuando Raül se lo compró original me pasó todas las letras a ordenador, para que yo también pudiera disfrutar de aquél disco como debía ser, conociendo cada estrofa y cada estribillo y sonriendo con cada metáfora (´Cause I´ve lost all my defenses since I´ve made contact with your lenses). Esto es lo que nos pasó con You will have... Que nos acompañó en los descansos de la universidad, en el tren camino a casa, en los ratos de asueto del gimnasio, en las noches más alcohólicas que durante muchos sábados siempre acababan con Music for girls cerrando el Razz cuando empezaba a serlo. En Baxendale encontramos letras con las que nos podíamos identificar de forma fácil en las cosas buenas y en las malas sin dramatismo, que tenían el punto adecuado de dulzor y acidez pero sin empachar o entristecer, cantando sobre cosillas cotidianas con una sonrisa en la boca.
Sólo una vez tuvimos ocasión de verlos, en un BAM una noche que curiosamente llovió. Hicieron una versión de Say my name y ahí nos rendimos a sus pies. Luego sacaron singles estupendos como Your body needs my sugar y se pusieron tremendones con I built this city, que les sirvió para hacerse más populares y ser más conocidos...y nunca más se supo. No sabemos si han estado tomando clases de canto estos años para regalarnos los oídos de forma definitiva (qué mal cantaban, por dios!), o si han formado una familia y cantan a sus niños The future para que se duerman.
Sea como sea, el mundo necesita otro disco de Baxendale.

music4girls: "Aquellos maravillosos años en los que las pulseras deportivas
no llevaban calaveras estampadas ni eran cosas de emos..."


R: (Ainsh... ¡Claro que necesitamos más Baxendale! Este post me ha hecho recordar tantas cosas... Incluso creo que voy a intentar comprar el vinilo de I built this city. Eso sí, deseando estoy de volver a cerrar una sesión de music4girls con la canción de marras. ¿Has puesto velitas a Santa Esperonohabermecargadolosaltavocesdelgaritoenelquepinchamosporprimeravez?)

E: ( Llevo todo el fin de semana loca buscando este por internet...y es bastante difícil de encontrar...¡yo también tengo muchas ganas de volver a pinchar! Y creo que si el dueño del local nos conociera en persona no podría resistirse a nuestro encanto. ¡Además, le mantuvimos el local lleno hasta que cerró! sino siempre podemos hacer una sesión pachanguera electro chunga en el Limit mientras los respectivos juegan al futbolin...)