viernes, 28 de diciembre de 2007

X - Kylie's back (de verdad de la buena)


La Kylie: "¿Os gusta la portada del disco?
Es mona... mu ochentas... es lo que se lleva...
Y la edición especial lleva purpurina... original, eh?"


E:
Hace unas semanas ya hablábamos de la impresión que nos provocaban el single y respectivo vídeo de La Kylie, 2Hearts. Y quedó clara la controversia. Que si glam sí, que si esvaroski no, que si maromos emos con plumas, que si tirabuzones, que si rock de baratillo, que si Fever, que si Slow, y que si la abuela fuma. Bien. X ya está a la venta. Y los dos componentes de music4girls ya tienen sus respectivos originales (en edición especial, con dvd, purpurina y cinco euros más barato en el Mediamarkt). De hecho Raül ya tiene también su original de Fever, que ya tocaba. Y es que X ha sido, junto al disco de caras C de Radiohead (esto es una broma interna) el disco de mi semana. Y aunque las condiciones al oirlo no fueron las mejores sí me dejaron la sensación de "Uh... ¿perdón? ¿qué maravilla es esta?", y ahora escúchandolo como Dios manda sólo puedo decir "¡Oh si, nena!", Kylie ha vuelto con un discazo bajo el brazo. Decir que ha vuelto a hacer un Fever es casi una perogullada y un atrevimiento. Lo primero porque efectivamente la Minogue no ha abandonado su estilo (gracias al cielo) y entrega un disco de sonidos electro-pop estupendo, que a fin de cuentas es lo que sabe hacer (el glam chungo que se lo deje al acabado de Marilyn Manson). Lo segundo porque está claro que nunca un single del metro y medio más intenso de la música actual volverá a aunar opiniones como lo hizo Can´t get you off of my head. Pero cuidado, que X tiene In my arms...

R: Lo jodido de escribir estos posts entre los dos es que, cuando uno cedemos al otro el honor de escribir el primer párrafo de un disco que nos apasiona a ambos, inmediatamente nos echamos a temblar pensando que el otro va a desflorar el tema mencionando todas las canciones que molan. Por suerte para mí, Estela sólo ha mencionado una canción, la tremenda In my arms. Y por suerte para todos, X no es un disco de una canción. Casi podría decirse que es un disco de hits, en el que los temazos se suceden uno a otro sin dejar que el ritmo decaiga en ningún momento. Claro que, teniendo en algunas de las composiciones a Calvin Harris como productor, a ver quién es la guapa que factura una coliflor musical. Porque siempre se dice que Madonna es Madonna porque sabe rodearse de gente como Mirways y demás. Pero La Kylie no le va a la zaga: además de trabajar con sus productores habituales, experimenta con valores de vanguardia como Harris con tal de firmar un disco que, tal y como y dice Estela, puede conducir al error de la afirmación fácil. Ya sabéis: "Ha hecho un nuevo Fever". Y no. Fever era un pelotazo de pop bailable que atiborraba la pista de ChicleCosmos. Pero es que X, haciendo honor a su nombre, añade el factor X a la composición. Y el factor X no es el de Miqui Puig. Es el factor sexy y guarro. Vamos, que La Kylie decide hacerse la perraca cachonda y, de paso, encula a La Brinni (por mucho que la adoremos) utilizando sus propias armas. Si no, que alguien me explique de dónde sale el sonido cerdo de Speakerphone o, sobre todo, de una de mis preferidas: Nu-di-ty. Claro que tiene momentos de delicioso deja-vu popero con hitazos de piruleta como Heart Beat Rock. Pero más allá de esas concesiones, La Kylie se concentra en esas canciones que te hacen desear tener las articulaciens de goma para moverte de la forma más guarra posible mientras bailas sin parar. All I see (baladón que ya quisieran echarse al gaznate todas esas perras insoportables que dicen hacer R&B), Sensitizied (que viene a demostrar que La Kylie también es culta y conoce a Gainsbourg), Wow (en mi mixtape de lo mejor del año), Like a drug... Las canciones se suceden y no sabes si tienes ganas de irte a bailar por ahí o a la cama... acompañado, claro. Y ahora que ya he mencionado todas las canciones que molan de X, vuelvo a ceder la palabra a mi compañera.

E: Bien, pues ya que Raül ha enumerado practicamente todas las canciones del disco, lo único que puedo hacer es darle la razón en todo. Porque lo que caracteriza a X es que es temazo tras temazo, ahí, sin concesión ninguna. Tanto en los temas más bailables como en las distancias más cortas, las baladillas. De todas las que puedo destacar son la ya mencionada más arriba, In my arms (que todo el mundo que la escucha no puede evitar decir de ella "Oh! esto es un temazo"), una explosión musical que te coge desde abajo y te obliga a moverte compulsivamente estés donde estés, con una clara reminiscencia a la música disco de los noventa. I´m the one me tiene loca, me encanta como Kylie nos susurra love me, love me. Speakerphone es,posiblemente con Confide in me la canción con más personalidad que ha cantado la Minogue en sus años de carrera. Wow es sencillamente tremenda. Pero lo que realmente llama la atención es el juego de confusiones e imitaciones no intencionadas que pulula por el disco. Así 2 hearts (que sigue sin convencerme pero que creo que es necesaria porque conforma el toque de heterogeneidad que recorre el disco) suena a Kylie haciendo de Goldfrapp haciendo de Kylie, un juego de espejos de imitadora-imitada que resulta poco menos que curioso. La cosa se repite en Nu-Di-Ty, y es que, sin decir que la Kylie pretenda imitar a la Brinni y mucho menos que ésta imite a la australiana, no deja de llamar la atención que la Kylie pueda llegar a sonar igual de guarra que la que le quitó en su día su cetro de Princesa del Pop. En definitiva, X es un discazo. Alegre, sensual, brillante, divertido, genial. Hedonista a tope. Kylie no ha vuelto a hacer un Fever porque no le hace falta. Su nueva piedra de toque es X. El resto será historia.

La Kylie: "A ver si los capullos de music4girls son capaces de poner
un pie de foto cachondo con esta pedazo de fotaca..."


R: (Dos cosas. La primera: ¿no deberíamos usar la postdata para mentir como bellacos y decir que no hemos actualizado porque hemos estado de vacaciones o algo así y no porque seamos unos perracos tremendos? Y dos: ¿No crees que Speakerphone se puede mezclar perfectamente con Collarbone de Fujiya & Miyagi? ¡Tienen la misma letra!)

E: (Lo del tiempo siempre es una coartada perfecta, pero sí que es verdad que ultimamente el posteo ha decaído y que este post haya sido el que más lo ha sufrido, ¿cuánto tiempo hace que lo abrí...dos semanas? Cielos, ¡la Kylie no se merece esto de nosotros!; y por otra parte ahora mismo no puedo situarme con Collarbone, que está sonando Cat Power y no tengo tanta capacidad de abstracción...pero puede ser, puede ser. Si hemos mezclado Unkle con Bon Jovi, todo puede ser.)

martes, 4 de diciembre de 2007

Retrospectiva: Britney Spears (II). AUGE

La Brinni says: "Por favor, gente de music4girls... poned una imagen en la que salga bien,
que después de las de la primera parte de la retrospectiva necesito ganar credibilidad"


R: Con Blackout totalmente filtrado en la red, es hora de que nos pongamos las pilas y sigamos con nuestra retrospectiva de La Brinni, que está más colgada que un final de temporada de Lost. Subtítulo para esta segunda parte: APOGEO. Porque sí, señoras y señores, La Brinni tuvo su apogeo. Algunos mantendrán que, de hecho, está en su apogeo ahora mismo. Pero no nos engañemos. Todos hemos visto el chichi de nuestra princesa del pop, e incluso los videos de ella en los que está más borracha que David Hasselhoff en sus días de buenas intenciones. Y eso formará parte de nuestra tercera parte (CAÍDA), pero todo se andará. Ahora centrémonos en aquellos maravillosos años en los que La Brinni aún podía permitirse el lujo de mantener su idílica historia de "con telarañas en el potorro hasta la noche de bodas". Eso sí, ¿alguien se lo creía después de aquel videoclip que iniciaría su auge, Oops, I did it again, con aquel traje de cuero rojo que le hubiera marcado hasta las arrugas de la entrepierna si no fuera porque tenía menos de 20 años (y a esa edad, excepto casos de libro Guiness, no se tienen arrugas ahí, digo yo)? Es más, ¿existía aún algún despistado en los tiempos de Slave 4 u, inicio del fin de su apogeo, cuando gemía como una perra, cubierta de sudor, entre una marabunta de maromos semi-desnudos? Pues eso. Que el auge de La Brinni es un auge de ambiguedad. Pero por eso nos gusta, ¿no?

E: Ciertamente, porque la princesa del pop por aquel entonces era como la gata Flora, que si se la metes grita y si se la sacas llora, muy en la línea de sus primeros años pero un poco menos. Aún se paseaba por las televisiones diciendo que llegaría virgen al matrimonio (¿alguien se lo pudo creer cuando empezó a salir con Justin alias picha-andante Timberlake?) y se enorgullecía de una actitud toda retrogradismo y conservadurismo americano pro-Bush (mítica es su aparición en un documental de Michael Moore (ese genio del maniqueismo y el discurso cansino) mascando chicle y diciendo que Bush molaba mucho). Pero para qué lo vamos a negar. Britney molaba. Estaba buena. Bailaba bien y aunque los discos siempre han sido a base de relleno, tiene singles como castillos. De esta época es la que para mí es su mejor canción, Stronger. Y aunque la ambigüedad de los inicios tenía su gracia Britney empezó a molar de verdad cuando admitió (para sí misma y para el mundo) que era un poco guarrilla. Así parió Britney (2001), su tercer disco con perlas como Overprotected y I´m a slave for U, y aunque todavía cantaba cosas como I´m not a girl not yet a woman, el vídeo de la versión de I love rock&roll no dejaba lugar a dudas. Había nacido el mito (aunque todavía usaba bragas de forma regular).
Brit contaba veinte años. Setecientas cuarenta y seis mil copias vendidas en una semana no es poca cosa. Por lo visto es la octava artista femenina con más ventas en la historia de la música americana (me imagino la lista, Barbra Streissand, Madonna, Paris Hilton...). Si eso no es para volverse tonto que baje Dios y lo diga. Y Brit, que nunca ha tenido pinta de tener muchas luces se dejó llevar por la vorágine de los acontecimientos y cayó en una espiral de decadencia que el público percibió tarde. La peluca que llevaba en Toxic debía ser una advertencia. En 2003 sale In the zone. Cero ambigüedad. Britney es very popular y lejos queda aquella imagen cándida de niña crecidita pero a la que todavía no le había venido la regla. La muchacha va de sex symbol y puede, se morrea con Madonna y hace las típicas cosas para llamar la atención de los media, como la guarrilla de tu instituto que no soportabas porque veías a quilómetros que era mema pero en rubio.
Tres discos en tres años. Un porrón de discos de oro y platino y todo un planeta rendido a sus pies. Y entonces llegó Kevin.

R: Como el "Y entonces llegó Kevin" sería el perfecto punto y final de esta segunda parte de la retrospectiva, me limito a arrojar un poco de luz sobre algunos aspectos primordiales en el auge de La Brinni. El primero: la Señora Spears. Es decir: la madre de aquella bomba a punto de explotar que, además, recibía perlas de sus hijas tal y como la ya mencionada Overprotected ("you're gonna have to see through my perspective / I need to make mistakes just to learn who I am / and I don't wanna be so damn protected"). Por aquel entonces, La Brinni tenía claro que su madre era el único ancla que le frenaba en su ascenso meteórico hacia la vida de puterío y desfase a-lo-Paris-Hilton que tanto se apetece a determinadas edades. Por si acaso, para guardar las apariencias y, muy seguramente, aún guiada por el puño de hierro de su madre, accedió a protagonizar una película que vendría a ocupar un lugar privilegiado en las estanterías de los videoclubs: justo entre El Guardaespaldas y Glitter (sí, sí, la peli de La Maraya). Crossroads tenía todas las papeletas para ser un bodrio infumable. Y, como no la hemos visto, no vamos a opinar. Eso sí, lo que está claro es que, tras el fracaso de su paso por la meca del cine, La Brinni decidió que le picaba el chichi. Y que no se lo rascaba ni su madre ni Hollywood. A partir de entonces, y por tiempo limitado, se lo iba a rascar El Kevin.


Productor: "A ver, Brinni. Vamos a hacerte una peli. Lo vamos a basar en el rollo de
"El bueno, el feo y el malo". Mira la foto: seréis la tonta, la más tonta......... y la negra.
Brinni: "¿La negra?"
Productor: "Sí, mujer... para pillar público afroamericano, que es el que hizo grande a
"El guardaspaldas". ¿Que no?"


E: (Esto es una postdata: Creo que no hará mucha falta ver Crossroads para saber que es un bodrio infumable. Pero con la mano en el corazón creo que deberíamos verla con media docena de cervezas para homenajear esta estupenda retrospectiva que nos está quedando, y porque...qué coño! nuestra Brinni merece el esfuerzo!)

R: (Yo pongo la casa, porque dudo que cierta persona acceda a que la veamos en tu casa (y le entiendo)... y tú pones las birras. ¿¡Cuándo!?)

miércoles, 28 de noviembre de 2007

La Casa Azul - La revolución sexual (de las piruletas)

Director de imágen de La Casa Azul: "Mierda... se nos han acabado las pastillas...
así que en este disco, todos quietecitos... así, así, como robots con cara de no-nos-quedan-chicle-cosmos...
lo que hay que aguantar... chicle-cosmos los llaman..."

R: Nos encanta la música de La Casa Azul. Por eso vamos a dedicarle un post. Por eso y porque estaba deseando desvelar el pasado oculto de mi co-protagonista en este blog. Así que, ¿sabíais que miss Estela, antes de ser la diva que mejor combina los tonos de negro, tuvo un pasado de pop piruletero? Sí señor, se hacía llamar Flechazo (por Los Flechazos), vestía con camisetas de colores (costumbre que está recuperando, todo sea dicho) y se sabía de pé a pá los discos de Ellos, Juniper Moon y cosas parecidas. Y como sé que es un bicho vengativo, antes de que lo desvele ella, lo haré yo: mi pecado fue no el pop piruletero, sino el pop de parapapapás y naranananás (usease: La buena vida y demás). Vamos, que todos tenemos un pasado. Lo genial del último disco de La Casa Azul es que nos permite mirar ese pasado... sin avergonzarnos. La revolución sexual es un festín de pop piruletero que demuestra que Guille Milkyway no sólo sigue en buena forma, sino que además sigue puliendo canciones pop perfectas con un trasfondo bastante jodido. Si esto os suena a chino, mejor os paráis a escuchar las letras de sus canciones.

E: Claro que sí, porque todos tenemos un pasado, y la vida son etapas, y a quien madruga Dios le ayuda y podría estar escribiendo tópicos hasta mañana. Y sí, una vez fui popi (lo de Raül es peor, porque todavía lo es). Popi de verdad. De flequillo y gafas de pasta cuando las gafas de pasta eran de lo más weirdo y cualquier cosa menos guay. ¿Y qué quereis que os diga? En un pasado no muy lejano un chico me grabó en una cinta (cuando grabar una cinta significaba algo) Me gustas de El sonido efervescente y meses después me envió en un sms un trozo de una canción de Los Flechazos. Y una que en el fondo siempre ha sido una romántica recuerda eso como dos de las cosas más bonitas que me ha hecho un chico, y en su momento me revolvió las hormonas tanto como para pedirme por correo todo el catálogo de Elephant. Lo dicho, pasado y etapas. Pero por suerte con el tiempo una se vuelve más objetiva y menos impresionable y aunque escuchar un disco con carga emocional está bien, está mejor poder hacerlo de la forma más desnuda y hacerlo tuyo pero sin tremendismo. Y reconozcámoslo, las letras de La Casa Azul son de esas universales, que todos pensamos que se han escrito justo para nosotros y pueden ser dadas un poco al tremendismo de lagrimilla fácil (y popi), porque como dice Raül, bajo ese sonido naïve y festivo se esconden unas letras tristes y bastantes meláncolicas, y sí, Guille a veces llega a dar penilla. Supongo que eso es lo que hace especial a Guille Milkyway como letrista y compositor. Eso y la capacidad asombrosa de aprehender la cotidianeidad más simple y transformarla en rimas y música.
Así que llegados a este punto puedo decir que La revolución sexual es más de La Casa Azul, más producido y más revolucionado. En definitiva, mejor. POP con mayúsculas, ingenuo pero jamás sonrojante, apto para todas las edades (desde la del pavo hasta la más madura), festivo pero muy profundo (¿que no? anda que no es profunda Chicos malos, que dice verdades como puños!). Pero sobretodo La revolución sexual es un catálogo de temazos, un disco que uno se pone de prinicipio a fin en el que ninguna canción es dicordante, ninguna sobra, en el que en cada esucha descubres nuevos sonidos, nuevos samples, cada vez más y más capas de arreglos. Un disco que una pone en el trabajo a las nueve de la mañana y todo el mundo de su planta reseña el buen rollo que transmite. Que sí, que a veces mola el rollo autocompasivo, y las letras tremendérrimas y los dramones musicales, pero de vez en cuando también viene bien reirse de uno mismo y de la generación que le ha tocado vivir (No mas Myolastan o Prefiero no), o cantar las cosas más tristes de la forma más alegre y efusiva (Esta noche sólo cantan para mí). Así que yo no sé vosotros, pero yo voy a desenpolvar las chapitas y los digipacks de Elephant y a lo mejor me planteo volver a dejarme el flequillo largo.

R: Como diría cualquier contertulio de tres al cuarto en cualquier debate televisivo barato, "me alegro mucho de que saque usted el tema de Chicos malos, señora Estela". Porque esa canción (que tiene un deje tremendo a Ellos, para qué vamos a negarlo), y ninguna otra, sintetiza a la perfección el punto en el que se encuentra Milkyway al presentar ante el mundo La revolución sexual: "porque hoy prefieres a los chicos malos / y a los chicos desenfrenados". Vamos, que en menos de diez años hemos vuelto a encerrar las corbatas y ser popi mola menos que ver Escenas de matrimonio. Pero es que Guille Milkyway no es un popi cualquiera: es posiblemente uno de los tíos más inteligentes de la escena musical y cultural patria. Tal y como comentábamos Estela y yo en una conversación el otro día, este hombre es un portento post-moderno que trufa sus letras de referencias culturales intertextuales (¿Second life?... ¡genial!). Y, sobre todo, es de los pocos que puede metértela doblada obligándote a escuchar una canción con atención: si crees que Esta noche sólo canta para mí es una coña al respecto de las petardas surgidas de Operación Triunfo, empieza a considerar que los nombres tan poco sugerentes que se mencionan pueden referirse en realidad a divas del jazz vocal como Nina Simone o Blossom Daerie. Lo dicho: post-modernidad pura y dura. Eso sin contar que, más allá de la cohartada intelectual, Milkyway se cubre las espaldas con melodías tremendas y con momentos de lagrimones poperos. Que sí, que repito lo que ha dicho mi compañera. Pero es que es inevitable mencionar las lagrimillas cuando se habla de La Casa Azul. Porque no es tonti-pop todo lo que reluce.

Guille: "Yo no sé para qué coño metí a los niños y me dió
por no dar la cara en los anteriores discos...
con lo sexy que me queda esta barba.
Ya tengo a todos los osos gayers en el bolsillo"


E: (Y yo me pregunto, ¿nos encontraremos en el concierto de Barcelona del día 15 a Galletas, aquel personaje mítico del chat precursora de la Cañizares de Camera Cafe -pero en grande y popi- dándolo todo y acosando a Guille Milkyway en el backstage pidiéndole que la lleve a su Chicle Cosmos? Esto es poco probable, porque esta chica no era de Barcelona, pero era la excusa perfecta para sacarla a colación porque en su momento nos impactó mucho.)

R: (Joder... y yo que me había olvidado de Galletas... Me ha encantado la corrección política de "grande y popi". Por grande entendemos gorda, ¿no? Por cierto, a ver cuándo nos marcamos un top 10 de los nicks más absurdos que nos hemos encontrado en nuestros periplos internetiles.)

miércoles, 31 de octubre de 2007

Sons & Daughters, The Gift - Pedazo de regalazo

A falta de portada del disco, buenas son fotos de promo


R: Que sí, que ya lo tenemos. No nos preguntéis cómo lo hemos conseguido cuando aún faltan más de dos meses para que aparezca oficialmente en la calle... La cuestión es que no sólo lo tenemos en nuestras manos, sino que además ha resultado ser uno de esos discos que ambos estamos escuchando de forma adictiva, casi enfermiza. El mismo día que lo escuché por primera vez, lo llevaba puesto en el iPod al salir del trabajo, y Estela me decía que dejara de escucharlo tanto, que lo iba a quemar. Su advertencia era justificada: era la cuarta vez que lo escuchaba ese mismo día. Pero, a la vez, su advertencia tenía muy poco de videncia: una semana y algo después, This Gift de Sons & Daughters da muestras de cualquier cosa menos de desgasta. Más bien al revés: sus guitarras escarpadas, sus coros de sensibilidad hill-billy, su rock'n'roll sensual y lúbrico, sus ritmos de tempos encabalgados... todo va amplificándose con cada escucha. ¿Que estoy sonando como un fan cualquiera? No, señores. Nada de eso. Peor que un fan. Si no, que alguien me explique cómo puede ser que haya usado por primera vez el "repeat" del iTunes con Darling (la mejor canción del pack). Y hasta que mis compañeros de oficina no me digan que soy un pesado, no pienso quitarla.

E: En nuestra defensa diré que NO nos lo hemos descargado de ningún servidor (somos fans, fans) y que de hecho lo compraríamos esta tarde mismo si estuviera ya a la venta. Pero no es así, y el mundo tardará en poder disfrutar de uno de los discos más reseñables de 2008 (somos lo peor buscando ya discos del año que viene). Pero es que con The Gift no se puede decir menos. Es pegadizo, contagioso y sobretodo adictivo. Y es que en su momento le llamé la atención a Raül por oírlo de forma continuada, pero es que yo misma llevo desde que me cayó en las manos escuchándolo una media dos veces al día. No tiene una canción mala, o floja, o discordante. Es un disco de rock sin concesión, con cortes de tres minutos directos a la tibia y al peroné. Desde el explosivo comienzo con Gilt Complex (de cuyo vídeo ya hablamos en su momento y por ello no vamos a hablar más de lo muy burros que nos pone Adèle Bethel) pasando por la canción que da nombre al disco, o Chains, o Flags o la misma Darling en la que Adèle (esa Diosa) nos descubre registros vocales a los que no nos tenía nada acostumbrados.
The Gift
es un disco extraordinariamente sexy y visceral. Corto e intenso. Así que desde music4girls recomendamos hacerse con él en enero de 2008 cuando salga a la venta (o no, porque podéis acabar yonquis perdidos como Raül y yo y acabar siendo el terror acústico de vuestra oficina).


R: ¿Qué puedo añadir cuando Estela acaba definir This Gift con cuatro palabras tan básicas y acertadas? Sexy. Visceral. Corto. Intenso. El nuevo álbum de Sons & Daughters es todo aquello que se intuía en el genial The Repulsion Box. Pero especifiquemos. En comparación a su anterior disco, This gift es más, pero también es menos. El más ya lo hemos definido con los millares de halagos expuestos (que por mi parte, seguiría ampliando si no tuviera miedo a resultar baboso). El menos, sin embargo, tampoco es negativo: This Gift es menos crudo que The Repulsion Box. Tiene menos aromas de raices americanas que contagien los ritmos. Y aquí volvemos a lo de siempre: habrá quien lo vea como una pérdida. Yo lo veo como una evolución hacia nuevos parajes sonoros lubricados con sudor y otros fluidos políticamente incorrectos. La cuestión es que hasta su anterior trabajo, yo me imaginaba que el mejor lugar para disfrutar a Sons & Daughters en directo debía ser una sala con suelos de madera en los que se escucharan los pasos unánimes de un baile desenfrenado pero acompasado. This gift, por el contrario, podría bailarse y disfrutarse en cualquier lugar, puesto que ya lleva incorporados el repiquetear de los zapatos (y el sudor y el semen) en su médula. Lo dicho: habemus disco del 2008 dos meses antes de que llegue el 2008.

Adèle: "Sí... por favor... ¡robadme las bragas!"

E: (Esto es una post-data...Definitivamente este disco se tiene que disfrutar en directo, directo, con suelos de madera o en una rave en la playa, pero de este año no pasa que le veamos las bragas a la Adèle)

R: (Operación Backstage la próxima vez que vengan Sons & Daughters: robarle las bragas a Adèle. Y nos las turnamos media semana uno y media semana el otro)

miércoles, 24 de octubre de 2007

Roisin Murphy, Overpowered - La Roisin se nos reinventa

La Roisin dice: "Que se muera La Bior. Esto si que es llevar blondas, petarda."

E: En el último post ya salieron a colación dos cosas acerca del nuevo disco de Roisin Murphy: uno que nos mola mucho y dos que hemos hablado ya largo y tendido sobre él, tanto como para reflexionar acerca de las grandes diferencias entre Ruby blue y Overpowered.

Y es que en music4girls somos fans de Roisin practicamente desde que le dijo a Mark Brydon aquello de "Do you like my tight sweater?". Por unos motivos (Moloko) o por otros (carrera en solitario) La Roisin siempre ha estado en un lugar muy elevado en nuestro ránking musical. Porque Raül y yo tenemos tendencia a fliparnos mucho con cualquier grupo o cosa (notése que el término "cosa" está utilizado intencionadamente) pero cuando se trata de La Roisin, usamos palabras mayores y nos volvemos serios de repente (si eso es posible), porque la Roisin juega en Otra Liga.
Overpowered
no es una excepción. Después del conceptualismo minimalista que a todos sorprendió de Ruby blue la Murphy se desmarca con un disco de producción intensa donde caben todos los sonidos de la música discotequera desde los setenta hasta nuestros días...

R:
Porque ya lo dijimos en relación a La Kylie: ¿cuando ya has hecho algo, por qué repetirlo? Tal y como dice Estela, la Roisin juega en Otra Liga, en La Liga de las Divas que se Re-Inventan Sin Problema (LDQSRIS a partir de ahora, aunque dudo que vuelva a utilizar estas palabras). Es una liga jodida, la verdad, porque de tanto reinventarte puedes acabar cayendo en el más estrepitoso de los ridículos (léase aquí la calvicie prematura de La Brinni y cosas similares). Y a tenor de todo lo que se vio antes del lanzamiento de Overpowered, cualquiera podría haber pensado que La Roisin estaba a punto de darse un buen morrazo contra un suelo particularmente hortera: tanto en los videoclips (de Overpowered y de Let me know) como el artwork de la portada hacían pensar que la antigua cantante de Moloko había contratado al mismo estilista que Anita Obregón. Nada parecía encajar en sus estilismo. Pero, señoras y señores, todo encajaba. La Roisin sabía que tenía en cartera un álbum como la copa de un pino: un discazo que debía funcionar como bofetada sonora en la cara de los pajilleros que dicen que les gusta Ruby Blue cuando lo que les gusta es Herbert. Porque su primer álbum en solitario conquistó a las élites indies, pero Overpowered puede hacer de La Roisin un fenómeno grande. Un pelotazo en toda regla. Canciones no le faltan: los singles se ven arropados por hitazos del tamaño de Footprints, Cry baby y, sobre todo, You know me better. ¿Que no da pie a puzzles sonoros para lectores de la Rockdelux? Claro que no, ¡pero quién quiere puzzles sonoros cuando tiene todo un pastel bañadito en lo mejor de la música disco clásica (nada de funk post-Daft Punk: disco a lo 54) y relleno de los ritmos más bailables de los 90! Lo más impresionante es que, a diferencia de su primer disco, Overpowered está multiproducido por diversos artistas. Y, pese a todo, hace gala de un sonido rotundamente homogéneo: será porque la diva sabe el sonido que quiere. Es mucho más de lo que puede afirmarse de otras divas. Lo dicho: todo encaja. La estética suicida gustará o no, pero está completamente a salvo porque, en esta arriesgada caida libre, La Roisin tiene un colchón sobre el que aterrizar. El colchón se llama Overpowered (el disco, no la canción, no sean ustedes puntillosos).

E: No debemos olvidar que Roisin es La Diva indie. Pocos grupos cuentan en su haber con jits arrolladores por disco como ella, y es que aunque no sea tan popular como otras LDQSRIS, ella canta tres de las canciones más importantes de la música disco de los noventa: Sing it back, The time is now y Never enough . Con Oveporwered la Murphy parece homenajearse un poco a sí misma en su época Moloko (con lo que traspasa los límites de las LDQSRIS para convertirse en una diva que se homenajea a sí misma- LDQSHASM) y entrega una serie de canciones que suenan a noventas puro, justo cuando se nos viene encima el revival de turno.
Overpowered
es asequible, elegante y sobretodo muy glam, así que las pajas se harán con él pero de otra manera un poco más física y menos figurada. You know me better, Let me know y Cry baby (que tranquilamente podría venir firmada por Armand Van Helden) son tres jits instantáneos, y vienen acompañados de temas de producción impecable que alejan al disco del riesgo de ser un album básicamente chunda chunda: Checkin´on me, Footprints o Tell everybody. La Roisin en Overpowered es menos minimalista y más divertida, una postura en la que parece moverse de forma más cómoda porque si nos ha gustado siempre es básicamente por su manera tan hedonista de entender la música y la estética.
En cuanto a la imagen la Roisin parece reírse un poco de aquellos que la encumbran(mos) como ídolo estético. En un entorno urbano ella se viste con modelos imposibles (alguno de Victor&Rolf, ojo) donde su música, su imagen y sus coreografías rompen con la cotidianeidad de la vida corriente.
Dejadme que piense esto, porque si no, no le veo sentido a la paella y las hombreras del videoclip de Let me know...

Niña: "Mamá, mamá... si la mujer esta puede ir así,
¿por qué no puedo ir yo disfrazada todo el año?
Madre: "Por Dios, hija... tú de mayor qué quieres ser, ¿una puta friki?"

R: (Para empezar, creo que voy a acuñar el término "jit". ¿Puedo convertirlo a "jitazo"? ¿Me dejas? Jes jes... Y, para acabar, yo cada vez me hago más fan del estilismo de La Roisin. Me flipa. Hay que tener huevos. Eso sí: ahora... ¡a contar los días hasta su concierto de diciembre! Arghf!!)

E:
(Aceptamos "jitazo" como superlativo de "jit". Yo no puedo evitar verle cierto mérito al estilismo (pese a que no lo entienda) , porque las hombreras han empezado a aparecer en pasarelas de forma bastante arrolladora, pero no las hombreras ochenteras, sino más cuadradas y más grandes. Lo mismo pasa con el rollo futurista setentero...eso sí, no puedo evitar pensar en la peste a fritanga con la que saldría del bar del videoclip, ¡¡qué poco Roisin!!)

miércoles, 17 de octubre de 2007

Kylie's back - 2 hearts, 2 opinions

E: Yo a Kylie la quiero mucho. No voy a ser condescendiente con ella sólo porque haya estado malita. Y respecto de su nuevo single, Two hearts sólo puedo decir que es poco menos que decepcionante. Una espera de la australiana los sonidos electrónicos y de soft dance que la han encumbrado en la diva pop que es hoy en día. Y no es que esperara otro Fever en su grandeza ni un Body language en su mediocridad, pero este giro argumental en su música me tiene desconcertada. Y el videoclip del single no hace más que agravar mi sensación de estafa. Porque si viene Kylie hace dos años y me sale con este rollo me corro de gusto y hace que me tatúe su nombre en el brazo. Pero que a estas alturas de película me venga con micros de calaveras y cristales de Svaroski, actitud punk o roquera o yoquesé y parapetada entre tres fulanos con flequillo emo que harían las delicias más humedas de Freddy Mercury me parece de lo más demodé y pasado de vueltas que he visto en lo que va de año. Ella, que en su 1,57 de olfato musical supo resucitar el sonido disco ya con Light years abriendo la puerta a un sonido que nos ha acompañado durante años, ahora se sube al carro de la estética rock que las Breska girls y Strafalarius womans llevan vistiendo hace meses. Y no es que le queden mal los pantalones de cuero (dios, con esos tirabuzones... ) y que su flamante vestido no sea arrancable a mordiscos, pero es que ya ni enseña el culo.
Me parece fatal, Kylie.



R: Hace dos minutos teníamos tu y yo una conversación la mar de interesante que decía algo así: "La Róisín ya ha hecho un Ruby Blue, ¿por qué tendría que ser Overpowered un nuevo Ruby Blue?" (y que conste que de La Róisín ya hablaremos más adelante, que con su último disco sí que tenemos fanatismo compartido y ligeramente emo). Así que, ¿por qué debería hacer Kylie un nuevo Fever? A mi tampoco me convencía Body Language al principio y, sin embargo, tengo que reconocer que hoy por hoy escucho Slow y me parece una de las canciones con más estilo y sensualidad de los últimos tiempos. Y ahora llegamos a 2 hearts, que es lo que nos ocupa. Y yo me pregunto: mucho Svaroski y mucha Breska, ¿pero dónde te has dejado la palabra clave en este retorno de Kylie? ¿Que cuál es esa palabra? Glam. Glam por un tubo. Que sí: que cholas + calaveras + svarovsky + rockdebaratillo + h&m tiene más peligro que el Enola Gay sobrevolando una población asiática. Pero es que yo diría que 2 hearts no va de eso. Los maromos pintorrejeados del fondo (que tú dices que van rollo Freddy Mercury... yo digo van rollo Marilyn Manson), la distorsión sonora de sinte y, sobre todo, ese "uuuhhhh" en cada estribillo que se te mete en la cabeza y no te abandona ni cuando estás cortando las verduras en juliana... puro glam, sí señora. Te admito que, cuando me hables de revivial bochornoso del rock, menciones a La Brinni con su I love rock'n'roll (por mucho que me duela). Pero esto es otra cosa. Tan diferente como La Brinni y La Kylie. Lo dicho: uno de los hits del año a la espera del disco al completo.

domingo, 14 de octubre de 2007

Tarantino a prueba de muerte

E: En Disney se llevaron una sorpresa hace unos años. El planeta del tesoro y Lilo y Stitch se estrenaron el mismo año. La primera era un película de, digamos, serie A para la productora y la segunda fue hecha como una película menor, un poco como de relleno. La cuestión es que a todos nos suena Lilo y Stitch -porque es toda ella adorable y lo único bueno que ha hecho Disney últimamente sin Pixar- y sin embargo, ¿alguien se acuerda de El planeta del tesoro?. Con esta introducción tan larga y quizá innecesaria vengo a decir que hay que tener mucho cuidado con las pretendidas "obra menores", porque uno se puede llevar sorpresas. Hablo como fan de Tarantino desde sus inicios-Raül seguramente hablará como no-fan de Tarantino desde siempre, ahí está la gracia del post-y debo decir que yo consideraba Death Proof una obra menor, que de hecho es un poco como la vendían. Hasta que la ví. Y se me cayeron las bragas al suelo, oigan. Death Proof no es sólo una verdadera apología de la imagen, sino el entretenimiento más eficaz que he visto en las salas en lo que llevamos de año.

R: Puntualicemos. Yo no voy a hablar como un no-fan de Tarantino: me flipa Kill Bill (dentro de unos límites que acotaré al respecto de Death Proof) y siempre he defendido Jackie Brown como una película con un estilo tremendo y, lo que es más importante, sin fuegos de artificio. Más bien voy a hablar como un no-fan (o detractor, para los políticamente incorrectos) de Pulp Fiction, un film que, por mucho que duela admitirlo, es el equivalente cool de Memento o incluso, ¡horror!, Irreversible (es decir: ponla del derecho y te queda bien poco). Pero aquí no vamos a hablar de Pulp Fiction. Ni de Lilo y Stitch (aunque hablar de ésta molaría más que hablar de Pulp Fiction). La cuestión es que yo salí del cine, como todo hijo de vecino, sonriendo y totalmente emocionado con la paliza final que le meten la kiwi y sus coleguillas a Kurt Russel. Pero incluso cuando estaba meando en el WC (algo obligado después de una sesión de cine), ya comentaba que pese al entretenimiento y diversión que me había proporcionado Mr. Tarantino, y pese a que podía decir que "me había gustado mucho", había algo que seguía sin convencerme. Y es lo mismo que no me convence del resto de cine de este director: todo es forma. Tal y como dice Estela, la película es una apología de la imagen y el entretenimiento en su máxima expresión (además de la forma, Tarantino se curra el formato, el celuloide, de forma extrema): pero ahí está su verdadero talón de Aquiles. Al menos para mí. Yo necesito algo más para que una película pase a englosar las filas de mis inolvidables. Necesito personajes inolvidables por su fondo, no por ser clichés fascinantes (si me fascinaran los clichés freaks sería fan de Wes Anderson... y ése es otro director al que le pongo cruces encima). Necesito diálogos tremendos porque digan algo, no diálogos intercambiables sustentados sobre lugares comunes: lugares terriblemente divertidos, sí señor, pero comunes al fin y al cabo. Pero que nadie me malentienda. Aquí me ha tocado jugar el papel de poli cabrón y es lo que estoy haciendo: Death Proof me parece el mejor entretenimiento en lo que va de año (y en mucho tiempo). Pero nada más. Y que conste que me parece perfecto porque, a diferencia de otros, esta sublimación de la superficie es lo que Tarantino pretende entregar al espectador. Ni más ni menos. El problema son sus fans y la prensa que nos venden el pastel como una peli de "autor", porque de "autor" sólo tiene la superficie. Ainsh. Si Bergman levantara la cabeza... (y que conste que hago este último comentario para dejárselo a Estela a huevo y que se me lance a la yugular).

E: Con su exposición Raül abre dos discusiones que son casi tan viejas como el mundo: los límites del concepto de "autor" en el siglo XXI (y no me saques la Nouvelle Vague que esto está más pasao que la capa de Ramón García) y hasta qué punto el cine puede ser sólo entretenimiento para ser bien considerado. Como este no es el lugar (lo será su casa con dos botellas de vino y la Roisin de fondo) intentaré centrarme en la película que nos ocupa.
En Death proof Tarantino expone todos los tics que ha ido desarrollando a lo largo de los años como cineasta. Aunque alguien vea Death proof y no sepa quién es su director, a no ser que haya estado metido en un satélite espacial durante veinte años o sólo vea películas de Vin Diesel, enseguida adivinirá quién la dirige. La forma de dirigir a los actores, sus diálogos insustanciales pero personales, espontáneos y reales (no creo que ningún hombre, ni siquiera mujer, pueda escribir una escena dialogada con personajes femeninos de base con conversaciones tan verídicas como la que tiene lugar en el restaurante); la acción, la estética y etcétera. Por ello, yo creo que sí hace cine de autor. Porque no todo el cine de autor debe basarse en personajes de treinta años que buscan su lugar en el mundo en blanco y negro. La autoría no es tanto unos clichés abarcados por unos pocos sino una forma determinada y determinante de hacer algo que te diferencia del resto. Spielberg también es un autor (ahora el que se lanza a mi yugular es él). Por otro lado está el hecho de que Death proof es una montaña rusa visual. Problemas con el ritmo aparte, el espectador vive (yo viví) la sensación de tranquilidad (casi sopor en algún momento) para ser llevado a clímax de acción que te dejan con el pulso a 100. Dos veces. Arriba y abajo.
Insustancial. Vacío. Superficial. Son adjetivos que bien pueden aplicarse a la última película de Tarantino pero que no creo que deban considerase un lastre a la hora de acercarse al cine. Pedante sí. Egomaníaco, también. Pero no se le puede negar que ha entregado un producto de embalaje perfecto, con un contenido calculado y comedido que lleva al espectador por donde Tarantino quiere, paseándote de la mano por dos horas de película enseñándote lo que él quiere que veas y emocionándote cuando él quiere que te emociones.

"Que aprenda La Brinni a bajar de un coche con falda sin enseñar todo el potorro"

R: (Si ya decía yo que me jodía hacer de poli malo: estoy de acuerdo en todo lo que dices... y reitero el hecho de que a mi me encantó la peli. Creo que a lo que le tengo más manía es, directamente, a los fans que se toman el cine de Tarantino como si fuera una paja de dos horas y tres cuartos. Es que yo diría que ni el director se lo toma así... pero bueno... ¿cuándo vamos a hacer un post rollo "guerra4girls: Spielberg sí, Spielberg no"?)

E:
(Es lo que tiene que te mole hacer de abogado del diablo en todas las discusiones para desquiciar al contrincante, que te acabas sintiendo a gusto en el papel hasta cuando no quieres hacerlo. En cuatno al post de Spielberg lo hacemos cuando quieras, pero me temo que acabaremos haciendo un post largo como este que sólo leeremos nosotros y los amigos a los cuales obligamos a leernos)

lunes, 8 de octubre de 2007

discos4girls - De indias y gitanos

BAT FOR LASHES - Fur and gold


E: Los prejuicios son muy malos. Y por desgracia yo de eso tengo un saco lleno. Por eso, cuando Raül me obligó a escuchar What´s a girl to do en su casa, mientras a él le brillaban los ojos como a un niño pequeño que descubre el juguete más bonito que ha visto en su vida yo mascullaba un despectivo "puaj, si suena igual que Björk", y me quedé tan pancha. Unas semanas más tarde estoy desesperadamente enganchada a este disco y lo escucho a todas horas (miren, miren mi lastfm sino) y aunque la mencionada canción no es mi favorita (sí lo es Bat´s mouth) está la primera en mi lista de mis canciones escuchadas. Fur and gold es el disco más inclasificable y original que he esuchado en mucho tiempo, y aunque el timbre de voz de Natasha Khan pueda recordar al de la islandesa antes de vestirse de tomate, la cadencia y falta de impostura de Natasha la alejan de las comparaciones iniciales. Pop barroco. Pop evocativo. Pop melódico. Imposible etiquetar canciones como Horse and I o Prescilla. E imposible también no rendirse a este conjunto de joyas de cuatro minutos a prueba de prejuicios y comparaciones.

R: (Y yo que el parecido con Björk sólo se lo veo en una canción... sea como sea, tenemos disco del año (será difícil elegir uno al final) y nueva musa. Porque los vestidos de ella y de su banda no tiene precio. Y las poses de tribu india de lesbianillas encantadoras, tampoco. ¿Cómo no hacerse fan?)



BEIRUT - The Flying Club Cup


R: Si es que ya sabíamos todos que la piratería era una buena cosa con muchas ventajas. Sumémosle una más: darte tiempo para conocer un álbum antes de que salga a la venta (y así meterlo en la lista de lo mejor del año con tiempo). Cuando salió al mercado The Gulag Orkestar, tardé varios meses en pillarle el gusto (para empezar, porque le tenía manía a Beirut por ser un fenómeno Myspace). Con The Flying Club Cup me ha pasado tres cuartos de lo mismo. Y, llegados a este punto, sólo puedo considerar este proceso de apasionamiento lento pero seguro como algo sumamente positivo: es como un grupo de amigos a los que acabas de conocer. Son ruidosos y fiesteros... aunque fiesteros de una forma dulcemente anacrónica y, ehem, algo balcánica (o gitana, que afirmaría Estela: siempre me está diciendo que le recuerda a cuando los gitanos se suben al tren y se ponen a tocar de vagón en vagón). ¿Que el sonido balcánico no está de moda? Ya. Gracias a Dios. Pero será porque estoy hasta las pelotas de las fiestas moderniquis nu-raveras precisamente por lo que una fiesta como la de Beirut me resulta refrescante y apetecible. Aquí hay mucha trompeta, mucho cimbal y mucho instrumento folklórico (que no folkie), pero lo cierto es que Zach Condon ha suavizado el integrismo con el que abordaba el sonido centro-europeo y vintage para llevarlo a un terreno menos peliagudo pero igualmente valiente. Y además, nos regala piezas tremendamente bellas como Nantes, Cherbourg, St. Apolonia, La Banlieu (delicioso instrumental) o, por encima de todas, Cliquot, con una de esas letras que te gustaría gritarle al mar en una tarde de tormenta: "What melody will lead my lover from his bed? / What melody will bring him in my arms again?". Lo dicho: que la pregunta de ese estribillo es innecesario. Beirut conocen la melodía. Y ya me tienen en sus brazos. De nuevo.

E: (Pues entre las indias y los gitanos estamos a un peligroso paso de adaptar el look vagabundo chic. Que el rollo musical está muy bien pero yo ya me he descubierto mirando tiendas de segunda mano y de aquí a que vengas con un poncho roñoso al trabajo,dos días.)

viernes, 5 de octubre de 2007

Sons & Daughters, Guilt Complex - Adele nos pone burracos

R: En el 2005 se convirtieron en nuestro grupo revelación. Si fuéramos la Rockdelux describiríamos a Sons & Daughters como cigarillos y sudor sobre la pista de baile. Si fuéramos la Ruta 66, directamente los describiríamos como semen y sudor sobre la pista de baile. Porque de eso va la cosa: baile de guitarras con aromas americanas que se te meten en la entrepieran y no te abandonan. Les dedicamos un post por eso y porque se han sacado de la manga Guilt Complex, un single de adelanto que se va a convertir en una de las canciones del año. Ah, y también porque Adele Bethel nos pone burracos. ¿Por qué? Miren ustedes esos taconazos repiqueteando al principio del video... ¡queremos ser el suelo que pisa Adele!



E: Porque cuando vemos a Adele en escena sólo se nos ocurren decirle cosas a la pantalla del tipo "I wanna be your tampax", "te metería de todo menos miedo" o "me gustaría hacerte unas bragas de saliva". y es que la escena rockerilla independiente está llena de front-womans carismáticas (La Piyei, Karen-O, Beth Ditto...) pero ninguna tan buenorra como Adele. Pero no es sólo Adele lo que nos vuelve locos de Sons&Daughters (aunque podría ser suficiente). También están sus canciones potentes, cortas y directas. Una orgía de ritmo, riffs y gritos capaces de dejarte exhausto en cinco paradas de metro. De momento nos tenemos que conformar con Gilt Complex (y los tacones de Adele) pero nos queda la esperanza de saber que esto es el preludio de un nuevo disco de los Sons&Daughters. Y eso, señores, siempre es una buena noticia.

jueves, 27 de septiembre de 2007

Pet Shop Boys - A life in pop


R: Ya tardaban en salir en este blog. Pero que le quede claro a todo el mundo: en music4girls somos fans de Pet Shop Boys. Muy pero que muy fans. Para empezar, yo pasé muchas pero que muchas tardes de mi infancia lloriqueando junto a la voz de Neil Tennant en el Behaviour: no tenía ni pajolera idea de qué iban aquellas canciones, pero ya sentía aquella melancolía que después me ha enganchado a tantas canciones y tantos grupos. El disco en cuestión me lo grabó mi tío en una cinta de aquellas en las que cabían varios discos, con la mala suerte de que por una cara tenía a los Pechos Boys (sí señor, mi tío lo escribió así y acostúmbrese ustedes porque vamos a referirnos a ellos de esta guisa de aquí en adelante) y por la otra a Duncan Dú (o como se escriba). ¿Surrealista? No lo suficiente como para evitar que me enganchara a ellos sin remisión. De allí al Very había un paso bien pequeñito (aquí debería dejar espacio para que Estela diga que Can you forgive her? es, sin duda, MI canción de los Pechos Boys). Y el resto es algo que algún día explicaremos en alguna retrospectiva (si acabamos con La Brinni, claro). Sea como sea, el último escalafón en nuestro fanantismo por los Pechos ha sido un documental que salió al mercado coincidiendo con su último álbum, Fundamental, y que recibe el nombre de A life in pop. ¿Un motivo para correr al FNAC a comprarlo por unos 9 eurillos? Señoras y señores: ver Go West con coro de mineros galeses al fondo y conductor de orquesta con casco de la construcción incluído es algo que, sencillamente, no tiene precio.

E: Descubrir Behaviour en plena adolescencia es de esas cosas que te marcan de por vida. Ver ese momento del documental, también. A life in pop es un repaso detallado por la carrera de los Pechos narrado por ellos mismos. Casi veinte años de carrera resumidos en dos horas que pasan volando. Un documental dinámico (si eres fan, claro) que descubre detalles de todos y cada uno de sus singles y discos, con la visión personal de Tennant y Lowe al respecto.Por ejemplo, se agradece saber que Being Boring es una de las canciones que han escrito y que más le gusta a Tennant (de nuevo Behaviour, un disco raro en su carrera, extrañamente recibido por el público y la crítica que gana más y más con la madurez). Aparte de las aportaciones de los interesados, el documental también recoge las opinones de grandes popes de la música contempóranea (sic) (Jake Shears de los Scissor Sisters, Robbie Williams y Brandon Flowers de The Killers), espero que con el ánimo de captar la atención de las nuevas audiencias a las que se les pueda escapar la importante influencia de la música de este par en muchos de los temas que suenan actualmente en las radiofórmulas. Porque los Pechos son al synth pop lo que los Rolling Stones al rock&roll. No puede haber ni un sólo grupo de pop electrónico que no beba de sus canciones. Y ellos, acomodados en una madurez musical que les permite hacer lo que les apetece, siguen entregando temas maravillosos (¡¡por dios, Miracles es taaan bonita!!). Sin olvidar sus grandes clásicos que a día de hoy siguen sonando como hace diez años (el ya mencionado Can you forgive her -Raül no dice que su otra canción de los Pechos es Ít´s a sin-, Suburbia, Rent, Left to my own devices o mi favorita, You only tell me you love me when you´re drunk: desde aquí reivindico Nightlife).

R: A tenor de la reivindicación del Nightlife (a la que me sumo sin reservas), tengo que puntualizar que una de las partes más interesantes del documental es cuando abordan el fracaso del músical en el que los Pechos se implicaran con ilusión (Closer to heaven) y que acabó saliéndoles rana (y no me extraña, con esa protagonista que es un cruce entre Liza Minelli y Deborah Ombres). No es la única ocasión en la que dejan al descubierto, con total naturalidad, los "fracasos" (entre comillas, evidentemente) que han perlado su carrera. Y eso es lo que hace especial este documento: la desarmante sinceridad con la que Tennat y Lowe abordan su carrera, sin pose de estrellas (la primera media hora, en la que ambos abordan por separado su infancia y adolescencia, es simplemente preciosa) y sin delirios de grandeza. Es precisamente esa humildad la que hace que el espectador se estremezca ante puntales como el primer directo a cargo de Derek Jarman o el concierto gratuito en Londres re-construyendo la banda sonora de El Acorazado Potemkin. Harina de otro costal son las apariciones estelares que menciona Estela (aunque se haya dejado al TDP (Tonto Del Piano) de Keane): algunas son afables y divertidas (¡ese Robbie Williams!) y otras, simplemente, son un expediente X (¿Brandon Flowers?). Sea como sea, hay una aparición que sobresale por encima de todas y que, sin duda, merece pasar a habitar las filas de nuestras musas (en femenino, sí): Bruce Webber. ¿Por qué? Por ser el artífice de esa obra de arte que es el videoclip de Being Boring. ¿Sólo por eso? No. También por salir durante todo el documental en su jardín rodeado de sus amantes efebos y de sus perracos. Lo adoramos.

Bruce: "¿Que por qué me río así? Tu ves el buenorro que tengo al lao...
y eso que hoy no tengo a mis perros..."

E: (Esto es una postdata...un expediente X es también la camisa de Brandon Flowers. Vale que seas un mormón y el cantante de The Killers, pero eso no te da derecho a ser un hortera)

R: (Puntualización: su camisa tiene delito. Sí. Pero su bigote entre mejicano y renacentista es simplemente para arrestrarlo y colgarlo por un lado de ese bigote de mierda)

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Retrospectiva: Britney Spears (paréntesis)

R: A estas alturas todos hemos visto ya el video de la actuación de La Brinni en los MTV Video Music Awards. Hay quien opina que está acabada. Hay quien opina que está gorda. Hay quien opina que está bebida o drogada (o ambas cosas a la vez). Hay quien opina que fue un error echar a la peluquera media hora antes de la actuación... Opiniones para todos los gustos, sí señor. Pero nosotros opinamos que La Brinni es como un maravilloso (y orondo) fénix (borracho) que resurgirá de sus propias cenizas. Por eso mismo, y porque nos partimos la caja cada vez que lo vemos, nosotros nos adherimos a la petición del siguiente tarado... LEAVE BRITNEY ALONE!



E: Nos adherimos a su petición (de hecho estamos pensando hacernos chapas con ése lema) y manifestamos públicamente el cariño que este personaje nos inspira. Porque el vídeo está a medio camino entre la improvisación inesperada (se ha grabado debajo de sus sábanas, ¿no es encantador?) y la preparación más metódica (el rimel y la raya del ojo para que el lagrimoteo sea más evidente). Porque los padres de Maddy deberían plantearse contratarlo a él como asesor de imagen para limpiar la suya. Porque ya no existen fans como él, de esos que sienten hasta el tuétano el dolor de sus ídolos. Esto es sentimiento en estado puro, señores, y no las películas de Lars Von Trier.

martes, 25 de septiembre de 2007

Discos de la semana - Que si La Piyei, que si los Yaguernaus...

MIDNIGHT JUGGERNAUTS - Dystopia

Diseñador gráfico: "No se me ocurre nada para hacer la portada de Midnight Juggernauts...
Pero tengo por ahí un diseño descartado pa Enya que lo vais a flipar..."


R:
El de Midnight Juggernauts debería haber sido el disco de hace muchas semanas. Porque él lo vale. Y porque hace muchas semanas que lo tengo. Pero lo destaco ahora porque en music4girls nos mola funcionar con delay (el delay te da clase, que eso de estar a la última es un poco de nerds que se pasan el día con la nariz delante del ordenador... y nuestras narices están muy ocupadas en otros menesteres, que nadie piense mal). Añadamos un tercer por qué: porque aunque hace muchas semanas que está disponible, no se le está dando mucho bombo por ahí. Y es inexplicable. Todo el mundo alucinando con la jugada cazurra de Justice cuando Midnight Juggernauts están jugando en la misma liga y van muy por delante de ellos. Con el Discovery de Daft Punk como piedra filosofal, la búsqueda musical de los Juggernauts pasa por la ELO y por la estética musical ochentera. Se pueden sentir las lentejuelas en canciones como Into the galaxy, la bola de espejos en Shadows y las mayas bien apretujaditas en Road to discovery. Que el pueblo llano siga apretujándose con D.A.N.C.E., que cuando se trata de bailar, mi nariz y yo nos quedamos con Midnight Juggarnauts.

E: (Eso, eso. Otros menesteres, no se vaya a pensar la gente que somos un par de frikis pegados a los blogs de música buscando el disco desconocido por todo el mundo. Por lo demás decir que aunque las comparaciones son odiosas (pero como a todo el mundo nos encantan), entre Midnight Juggernauts y Justice hay dos grandes diferencias: que los primeros son originales y frescos y de los segundos no he podido acabar el disco. ¡Qué sopor, por Dior!)


PJ HARVEY - White Chalk

FOTÓGRAFO: "Piyei, voy a hacerte la foto... quédate quieta, eh?"
LA PIYEI: "Coño, ¿Cómo voy a moverme? Hace tanto tiempo
que llevo el mismo vestido que está to tieso de la mierda que tiene"


E:
Espero poder acabar el post sin decir "La" palabra. Nueva entrega de Polly Jean. Y ya todo el mundo sabe que la pequeña Harvey quería hacer algo diferente hasta el momento en su carrera; que para hacer las cosas como las hacía ella ya están sus imitadoras. Fuera arreglos. Producción mínima. Sólo ella, un piano y algún acorde robado a una guitarra o a algun banjo. La Piyei (como nosotros la llamamos cariñosamente) se desnuda; esta vez no le vemos el potorrillo (que de hecho ya está muy visto) y casi, casi le vemos el alma. Lejos de los registros vocales de sus primeros trabajos en White Chalk aboga por los agudos y en algunos temas juega con su voz que sube y baja tonos como un yo-yo (Grow grow grow pone los pelos de punta)y el resultado es una obra refinada en su desnudez, madura y tajante. Lo más remarcable para la que escribe When under ether y la que da nombre al disco.Excepcional. Un disco muy melódico con un barniz de melancolía que contrasta con la rudeza a la que nos tenía acostumbrados. La Piyei se nos reinventa. (¡mierda!la dije, la dije).

R: (Te has dejado una canción fundamental: The Devil me pone los pelos de todo el cuerpo de punta. Un apunte final para La Piyei: el vestido es muy bonito y muy elegante y muy blanco y muy genial, ¡pero càmbiatelo! Que llevas todo el verano actuando con él. Y ya se sabe: en el verano en manga larga se suda una barbaridad. Y más en sauna-carpas como la del Summercase.)

jueves, 20 de septiembre de 2007

interview4girls: Chico y Chica

E+R: Nos encanta inaugurar secciones. Venimos amenazando con las secciones más absurdas desde que empezamos a escribir en el diario... pero alguna tenía que caer que fuera seria, que fuera de interés general. ¿Qué mejor que entrevistas? Cuando nos lo planteamos, no dudamos ni un instante sobre a quién queríamos hacer lo nunca visto. Una entrevista a cuatro voces: dos entrevistadores y dos entrevistados. Dos chicos y dos chicas. Todo al servicio de uno de los duos que más admiramos en este diario: Chico y Chica.


E+R: Sentimos deciros que no somos Jenesaispop (aunque ya nos gustaría, sobre todo por el número de visitas). Lo jodido es que muchos de nuestros lectores no conocen a Chico y Chica. A modo de introducción y en vistas a captar nuevos fans, ¿cómo definiríais a Chico y Chica en un par de frases?
Chico: Somos un grupo de música refinada hecha en casa. Hacemos nuestros propios soniditos, la producción, las mezclas y las portadas. Alicia y yo hicimos el pacto “abba” por el cual no permitimos que se remezcle ninguna de nuestras canciones al igual que hicieron ellos, los ABBA. Tampoco hemos autorizado nunca ninguna versión de un tema nuestro (los ABBA si).
Chica: Nos fijamos en canciones buenas como Hope of Deliverance para crear unas melodías en condiciones con sus buenas dosis de elegancia y horterez. Nos gustan las letras de Miguel Bosé y las de Mikel Erentxun y las basecillas que hicieron los Pet Shop Boys para Boy George en The Crying Game. Esa mezcla es lo que queremos ser en la vida.

E+R: Cuando salió vuestra segunda maqueta “ExtraYou” definíais vuestro sonido como “lovely techno pop para adolescentes”. ¿Creéis que aún se puede aplicar esta etiqueta a vuestro sonido? ¿O es hora de inventarse nuevas etiquetas?
Chico: No fue así. Hemos definido nuestro estilo como “Extrayou” o como “Dream Coracha”. Nunca hemos dicho lo de “lovely” ni decimos lo de “techno” con “ch” ni mucho menos lo de “adolescentes”. Esa etiqueta se la inventaron en Donostia para promocionar un concierto nuestro. No nos sentimos identificados con eso. preferimos cosas como “western melodius” o “sinfonia del mundo al revés” .
Chica: Nos gustaría una etiqueta que suene a algo sólido, “sonido-españa”, “sonido-davidoff” o “sonido-bitter”.

E+R: La aparición de vuestro primer álbum era como un mito, algo que todo el mundo pedía y nunca acababa de llegar. Entre el primero y el segundo pasaron tres años. Ahora que se supone que llega vuestro tercer largo, ya han pasado tres años desde el anterior, ¿empleáis realmente tres años para grabar un disco? ¿O es que os pone burros el formato single y lo preferís sobre todas las cosas?
Chica: Tres años me parecen pocos para hacer un disco como Dios manda. Quizá haya discos muy buenos hechos en menos tiempo. Nosotros podemos hacer, porque tontos no somos, una canción en una tarde, pero si quieres que quede bonita, bonita necesitas unos meses para repasarla, grabarla, presentarla en condiciones y que no te de corte cuando la oigas.
Chico: Yo personalmente pienso que salen demasiados discos horribles por la urgencia de ponerte a cantar lo primero que puedas. Discos donde sólo se salva una canción, grupos con una sola canción y encima espantosa, pero como es nueva ahí te la tragues. No quiero participar de ese jolgorio amorfo y sin chispa de discos hechos a todo correr.

E+R: Está claro que sois los supervivientes de una generación musical de pop ligero casi manual basado en el do it yourself. Una generación que tuvo como himnos canciones como “Tú lo que tienes que hacer”, “Poppy girl” o “Cerca de Shibuya”. ¿Por qué creéis que sois de los pocos supervivientes? 1. ¿Por la calidad de vuestra música? 2. ¿Porque verdaderamente no tenéis nada que ver con gente como Alpino, Meteosat o Vacaciones? 3. ¿Porque el resto se ha casado y tienen una familia que cuidar pero vosotros no?
Chica: No tengo conciencia de pertenecer a esa generación que os mola. Ni me siento una superviviente de una movida que os sacáis de la manga. Sobre nuesta música nosotros decidimos lo que está vigente y lo que no. “Tu lo que tienes que hacer” la cantamos en nuestros conciertos y por la calle como si estuviera recién hecha. Tenemos mucha familia y muchas cosas que hacer aparte de música.
Chico: No se hasta que punto comparto gustos con otros grupos musicales aunque sean amiguísimos nuestros. No me identifico con esa generación. Necesito otros estímulos y salirme de esos rediles porque parece todo endogámico como Telecinco. Yo necesito una Rocío Durcal, una Kate Bush, un Aphex Twin y gente que te inspire otras estructuras y otros horizontes. Me imagino que todos esos grupos que citas necesitan lo mismo que yo. No les encasilles. Benditos sean.

E+R: Además de supervivientes, habéis acabado siendo una referencia para grupos como Putilatex o Alma-X. ¿Creéis que os admiran o son simples oportunistas que buscan el éxito diciendo que vosotros sois su inspiración? Chico: Muchas gracias por el prestigio que nos endiñáis. Conocemos a ambos grupos y no sabíamos que nos admiraran tanto como para ser referencia. Seguro que os lo habéis inventado vosotros cogiendo de aquí y de allí para que os queden mas redondas las preguntas. Yo creo que a estos grupos les gustan otros grupos mucho mas que el nuestro.

E+R: En la entrevista a Jenesaispop, cuando os preguntan por qué no vais a festivales vosotros respondéis que no lo hacéis porque no os pagan lo suficiente o sencillamente porque no os gustan, sin embargo parece que estéis en plantilla en el Dancing Queen, que se celebra en Barcelona. ¿A qué es debido? ¿Os pagan una pasta gansa? También decís que al Sónar si vais porque os regalan cosas, zapatillas, etc. ¿Qué os regala la organización del Dancing Queen?
Chico: Con nosotros es mejor que no os atengáis a nada. Cambiamos mucho de opinión. No hemos dicho que no a ningún festival casi nunca. Sólo al Sonar porque pensábamos que no pegábamos. Pero mira, al final nos convencieron de que sí porque confiaban en nosotros y en nuestro trabajo.
Chica: En el Dancing Queen nos pagan lo mismo que cualquier otro promotor. nos tratan con mucho respeto y mucho cariño. Regalos nos han hecho nunca pero los del Sónar si que te regalan zapatillas Adidas.

E+R: Reconocéis que vuestras canciones son autobiográficas, en music4girls estamos fascinados por la historia de “Perdona que te diga”, CHICA: ¿vuelves a hablarte con la protagonista de la canción o definitivamente la borraste de tu lista de amigos y si la ves en la entrada de un concierto vuestro obligas a Seguridad que la eche?
Chica: Esta canción no estaba escrita para nadie en especial pero está muy bien tenerla para usarla en momentos de ruptura. Es liberadora y una vez que la cantas ya se te pasa todo.

E+R: Otra canción que nos encanta en la redacción es “La Millonaria” y corre el rumor que os basasteis en un cómic porno que os encontrasteis por la calle para hacer la letra. Lo terrible es que la letra parece sacada de eso. ¿De dónde sale este rumor? ¿Es cierto?
Chico: Si, es vedad, me lo encontré en una basura en la cuesta que sube para mi casa. Cambiamos algunas cosas porque eran muy chabacanas. Cogimos frases sueltas para no tener que leerlo entero. Queríamos que nos quedara una canción sin argumento y sin melodía sobre una base punchera, para hablar por encima a nuestro aire.
Chica: Creemos que con “La Millonaria” hicimos deconstrucción como el Ferrán Adriá con su espuma y su cemento. Por eso la letra es tan inquietante y tan a lo Haneke. Parece que la historia ya está empezada antes de que la escuches y se quedan muchas incógnitas sin resolver.

E+R: “Bomba latina” es un título que pude llevar a engaño. ¿Teméis que vuestro disco termine en alguna tienda en la sección de Bachatas y Merengues por error? Os molestaría? ¿Os estáis planteando dar un giro estilístico a vuestra música y abarcar el reggaeton ahora que está tan de moda?
Chico: Con bachata y con cumbia pues si, con merengue ya, no lo sé, lo tendría que mirar en la wikipedia. Nos encantaría que nuestro disco y otros del mismo pelo estuvieran todos juntos en la misma sección. Nos gustaría compartir balda con María Dolores Pradera, Javiera Mena, Cïelo y Julieta Venegas. Y si se cuela uno de Ricky Martín pues mejor, mira.. Un tio guapo es un reclamo buenísimo.
Chica: La salsa de ir a un cursillo y bailar a lo viejo, pues no. Pero claro, estando en Colombia o en Venezuela con un bikini nuevo y un vasito de tal con una pajita y moviendo el culo con el pelo largo o una coleta alta me encanta..

E+R: Era alucinante cuando hacíais subir una máquina de tabaco al escenario porque decíais que un local en el que habías tocado estaba allí situada de verdad. ¿Os atrevéis a hacer un top de cosas freaks que os han pasado de gira?
Chica: Lo de la máquina de tabaco fue un descubrimiento accidental. Fuimos a Burgos con la idea de tocar al aire libre, pero como era septiembre hacía un frío exagerado y nos metieron dentro de un bar en forma de vagón de tren. Hicimos la prueba de sonido y cuando nos dimos la vuelta, ahí estaba la máquina de tabaco con su tele encima. Pusimos los visuales por la tele y listo. A partir de ese día descubrimos la simbiosis perfecta y lo pedimos como back line de toda la gira “una noche en…”
Chico: La última cosa extravagante que nos ha pasado fue este verano en Valencia. Hicimos la prueba de sonido y nos fuimos al hotel a echarnos un poco. Cuando volvimos a la sala a las tantas de la mañana nos encontramos todo el escenario prigado con una fina capa de spray verde. En el lote iba incluido el ordenador, el teclado, todos los cables.. Todo verde. Volvimos con los instrumentos pegajosos al hotel y los limpiamos con body milk y algodones demak-up.

E+R: Lo normal es preguntarle a los autores sobre el proceso creativo de las canciones. Pero en vuestro caso el directo es tan espontáneo que tiene que ser pensado, ¿o no? ¿Cómo os planteáis cada show? ¿En un brainstorming psicodélico o con un ordenador que realiza conexiones aleatorias?
Chica: El directo va escrito todo en chuletas en plan guioncito. Preparamos todo en casa y recurrimos a tópicos de la ciudad que visitamos, como hace Arturo Fernández. Lo que si nos gusta es estrenar algo en cada show, aunque sea una braga o un calcetín o un anillo, y si estrenamos zapatos vamos al concierto como dos mirlos de contentos.

E+R: ¿Conocéis personalmente a los 4enAlicante? En la redacción sufrimos mucho con el capítulo IV, ¿sabéis si le han quedado secuelas físicas a Lorena después del incendio?
Chico: Las quemaduras de Lorena no tuvieron continuidad porque no nos parecía que fuera una trama que mereciera la pena desarrollar. Se supone que se curó completamente con crema de chamán o que en realidad era un sueño. Todo eso se desvelará en el capítulo 5 cuando lo escribamos.

E+R: La próxima entrega de 4enAlicante es un musical, “Altos vuelos”. Si apareciera algún personaje famoso o popular a nivel internacional en algún capítulo, ¿quién sería?
Chico: Brad Pitt, Steve Urkel, Michael Jackson y Cher.
Chica: Nos gustaría que Cher hiciera todos los personajes en la película 4enAlicante. Es una actriz con muchos registros y sabe bien como es el rollo de la música por dentro. Es idónea.

E+R: ¿Os habéis planteado presentaros a los cástings de Factor-X? Si os presentarais, ¿qué canción escogeríais? Y finalmente, si no lo habéis hecho, definitivamente es porque, como a todo el mundo, os da miedo el jurado. ¿Cuál de los tres os da más miedo: Jorge Flo, Eva Perales o Miqui Puig?
Chica: Ni castings ni nada. Yo si fuera a un concurso de esos y pasara las fases no sabría ponerme contentísima y gritar o tirarme a una piscina de la emoción. Quizá es que no quiero ganar cosas en la tele. Me gustaría ir a Humor Amarillo a tirarme a los charcos con tres chandals encima y un casco, y que me den escobazos, etc. Lo malo es que no soy de Japón.
Chico: Yo, si no es porque me pongo muy nervioso, iría a cualquier programa a cantar y bailar Europe’s Living a Celebration. Pero solo eso. Que no me pidan ni contar chistes, ni estar ahí con profesores hablándoles de mis cosas o discutiendo o llorando porque no lo he hecho bien por lo que sea. Yo no voy a la tele para estar a disgusto.
Chica: A mi los tres del jurado X me dan mucho respeto y hasta miedo, pero claro, hay que entender que están ahí para poner a la gente tiesa como una vela.