R: Vale. Admitamos que los nuevos pómulos de La Mado hacen que, dependiendo del plano, parezca Courtney Love (en su época delgada). Más allá de eso, y si consigo olvidar que esta mujer tiene la misma edad que mi madre, ¿cómo vamos a negar que La Mado fue, es y será LA DIVA? La primera vez que escuchamos su single de adelanto, 4 minutes to save the world, nos pareció sosillo. Pues no sé si será que por fin lo escucho con calidad, pero la canción cada vez me parece más jitazo. Vamos a tener tic-toc-tic-toc hasta debajo del agua en la playa de Benidorm. Y el videoclip... uffff... sabemos que la Ciccone (ocomoseescriba) tiene pasta como para limpiar el culo de su prole con ella, pero le honra utilizarla en videoclips tan sorprendentes como el que viste al primer single de Hard Candy. Lo tiene todo: Timbaland, Justin Timberlake, cuenta atrás gigante, duelo de bailes a-lo-hora-chanante (e, increiblemente, incluso parece que La Mado baile bién... deben ser efectos especiales), un cristal gigante que se come el mundo, un morreo diseccionado médicamente... ¿qué más se puede pedir? Nada, hijos míos. Nada. La Mado nos lo da todo.
E: En music4girls tampoco es que seamos fans fatales, pero no negaremos que disfrutamos mucho con lo que hace... como todo el planeta, vaya. Y es que Madonna es Madonna, y aunque quieras, aunque vivas en Villanueva del Trabuco o Calasparra de Arriba es imposible no escuchar sus canciones, asimilarlas, y que al final, a base de machacamiento, que te acaben gustando. Nos pasó con el Music, nos pasó con el Time goes by, y nos va a pasar con 4 minutes. La muy ladina sabe mejor que practicamente nadie qué sonidos meter en cada momento para parir hits lo mismo que Brangelina pare/adopta hijos (digan lo que digan los envidiosos que se escudan en que escoge muy bien a sus productores y bla bla bla). Y también sabe mejor que nadie cómo hacer sus vídeos para que, al final, te guste ella más o menos, acabes babeando. Lo mejor, su estilismo de Vixen trasnochada, guarrilla con corsé color carne y pantalones de vinilo negros y despelote mutuo con el Justin incluido. Lo más. ¡Y vuelve a hacer la sentadilla cósmica! Qué grande que es La Mado...y ¿qué opinará La Brinni?
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