Black Kids says: "¿Qué pasa? Somos el único grupo del mundo que tiene dos gordas, un negro que parece una lesbiana y un Ugly British.
Pero molamos más que Destinys Child (que también tenían gordas)"
R: Nos flipa el Partie Traumatic de los Black Kids. No confundir con Black Lips (garageros y cerdos) ni con los Black Keys (rockeros). A los Black Kids los reconoceréis porque llevan diademas con orejas de animales. Y, sobre todo, los reconoceréis porque todas y cada una de las canciones que han incluído en su álbum de debut no sólo tienen algunos de los títulos más fardones de los últimos tiempos, sino que además son absolutamente geniales. Pop tocado por los dioses. No hay ni un corte que sobre en Partie Traumatic. Y, precisamente por eso, y porque os lo avisamos hace unos meses cuando los tuvimos en nuestro top musical, vamos a analizar el disco canción a canción en un par de frases.
E: 1 - Hit the heartbreaks. Porque es un inicio perfecto para este disco. Y es un inicio perfecto para cualquier disco de pop luminoso. Enérgico y súper optimista, que además condensa en apenas tres minutos toda la esencia del disco: melodias pegadizas y muy vitalistas, envueltas en letras ácidas y no tan alegres. Porque así debe de ser un disco de pop, una mezcla perfecta entre vitalidad y melancolía.
R: 2 - Partie traumatic. Porque es la canción que le dá título al disco... y una de las mejores de los 10 cortes. Con unas guitarras cortantes que te hacen pensar que el pop también puede hacer pupita.
E: 3 - Listen to your body tonight. Y como ya apuntaba Raül, empiezan los títulos molones. Esta es especialmente pegadiza y desde la primera vez que la escuché, me puedo pasar on repeat ratos enteros canturreando lo de "Listen to your body tonight, it´s gonna treat you right",con ese organillo de fondo tan absolutamente eighties.
R: 4 - Hurricane Jane. Porque es el baladón del disco y porque, después de escucharla, nunca podrás quitarte de la cabeza eso de "It's friday night and I ain't got nobody". Lagrimita, lagrimita.
E: 5 - I'm making eyes at you. Aunque os demos el coñazo diciendo que el disco de Black kids es el disco bailongo por excelencia, no os vayáis a pensar que sólo de zapatilla viven estos chicos. También escriben canciones dulces y bonitas como ésta.
R: 6 - I've underestimated my charms (again). Porque es una canción con epílogo. Y me encantan las canciones con epílogo. Además, el epílogo tiene coros rollo uuuuhhh-uuuuhhh y no hace falta que te aprendas la letra.
E: 7 - I'm not gonna teach your boyfriend how to dance with you. Este es El Tema. Es la canción que ha hecho que Black kids estén en boca de todos y que provocó la expectación hacia la salida del EP, totalmente merecida, por cierto. Si no lo has escuchado todavía, es que debes de vivir en una caverna, o que sencillamente no te interesa para nada la música divertida de baile. En ese caso, no te vendría mal ponerte esta canción, porque es preciosa y está camino de convertirse en himno con aquello de " One!. I´m bitting my tongue. Two! he´s kissing on you. Three! Oh, why can´t you see...". Por cierto, que a Raül y a mí nos desconcierta mucho que el cantante diga: "you are the girl I´ve been dreaming of ever since... I was a little girl", suponemos que Black kids juegan en este temón con una ambigüedad naïf y despreocupada, y por ello esta es una de nuestras canciones favoritas del año.
R: 8 - Love me already. Porque The Magic Numbers hace dos discos que intentan conseguir ESTO. Una hiper-balada pop perfecta de las que te hacen bailar con lagrimillas ñoñas en los ojos.
E: 9 - I wanna be your Limousine. Resulta curioso como estos chicos se las arreglan para hacer canciones tan sencillas y tan efectivas. Está quizá sea la más sencillita del disco, pero como todas se pega en tu cabeza desde el principio y no hay manera de quitártela de la cabeza en mucho rato. Y es que lo que hace muy grande este disco es que desde el principio hasta el final, todas sus canciones funcionan como pequeños hits extraordinariamente tarareables y divertidos.
R: 10 - Look at me (when I rock wichoo). Porque para cerrar el disco, nada mejor que un trallazo de adrenalina en el que las chicas negras (sólo ellas) se alternan con el chico negro para marcarse un rapeado irresistible.
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