miércoles, 25 de febrero de 2009

discos4girls. Bat for Lashes - Two Suns


R: Empieza a sonar Glass, el primer tema de Two Suns, y tu cabeza se transporta inevitablemente hacia varios lugares. A la vez. Para empezar, la canción suena como el brillo depredador y opaco del ojo de un halcón sobrevolando un paisaje acañonado y desértico. Sí, suena a indio; con esas percusiones que parecen salidas de un canto de guerra ancestral y la emoción agridulce, de orgullo y derrota, que envuelve la composición con la calidez justa. Otro paraje al que te transporta el principio del álbum es, sin duda, a los ochenta, cuando voces privilegiadas como la de Kate Bush o Liz Fraser se podían permitir excesos operísticos y extravagantes en sus canciones. El segundo tema del disco, Sleep alone, ratifica esta impresión: lo nuevo de Bat for Lashes se va alejando, poquito a poco, del indie contemporáneo y tira hacia atrás, sin ninguna vergüenza, hacia allá donde se forjaron leyendas femeninas como las mencionadas o la de Ricky Lee Jones. Y a fe que si ahora mismo me preguntaran por la diva indie absoluta de este momento con posibilidad de ser recordada por futuras generaciones no tardaría ni dos segundos a sacar a colación el nombre de Natasha Khan.

E: Si con su primer disco la banda de Natasha Khan nos dejaba con la boca abierta y el corazón encogido (recordemos que fue el número uno de nuestra lista de albumes en 2007), con el segundo se instala definitivamente en todos y cada uno de nuestros poros con la declarada intención de no dejarnos nunca. Lejos de repetir la fórmula (absolutamente efectiva, por otro lado), en Two Suns experimentan con nuevos sonidos y nuevas atmósferas, dando importancia absoluta al leit motiv de las músicas tribales y el folk indígena. Con Glass despiertan nuestra atencion y nos desplazan a las grietas del Gran Cañón. Con la temática de la dualidad presente en todos los temas (para este disco Natasha se ha inventado incluso un alter ego), Bat For Lashes se transforman en chamanes en estado de trance contagioso que cantan mucho sobre el amor. Daniel es una balada preciosista sencilla y emocionante. En Pearl´s Dream abandonan el rollo tribal para abrazar fuertemente los arreglos electrónicos e incluso se permiten el lujo de jugar con un coro gospel en Piece of Mind. Las atmosferas de Two Suns son luminosas, cálidas y vitalistas y sorprende los múltiples tratamientos de la voz de Natasha que crece y madura con cada tema que escuchamos. Lejos quedan ya los tiempos en los que se la comparaba con Björk y otras divas; con Two Suns, Bat For Lashes demuestran que son un grupo con una poderosa identidad propia y una capacidad alucinante de provocar tantas emociones como el propio corazón permite.

R: Lo cierto es que, leyendo a Estela, me sorprende recordar que hubo un tiempo en el que compárabamos a Natasha Khan con Björk. No hay ni rastro del exceso espástico de la islandesa en Two Suns: más bien todos los ingredientes se miden con la sincronía de un balanza. Y es que la dualidad con la que se anuncia el disco tiene mucho que ver con la imagen de la balanza: algo bello y en perpetuo movimiento pero que, para estar en equilibiro, ha de estar sujeta a un juego de tensiones pluscuamperfecto. Así funcionan los arreglos de Two Suns: pueden haber coros gospel y chin-chines a lo Spiritualized, pero Khan huye de (sonidos) absolutos recurriendo a percusiones en las que puedes escuchar la piel del tambor, a zumbidos electrónicos que aterrizan en las canciones como escarabajos eléctricos, a pianos desnudos como esqueletos de dinosaurios abandonados en el desierto... Y, por encima de todo, esa voz que funciona como cola de impacto, aglutinando todos los elementos aparentemente heterogéneos. Por cierto, he intentado contenerme durante toda la reseña, pero dejad que me flipe: Pearl's Dream, ¿canción del año?

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